Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, de las cuales 34 millones son niños.
Luiz Gustavo nació sordo y a los tres años fue equipado con un implante coclear que envía una pequeña carga eléctrica a las fibras del nervio auditivo, para proporcionar sensaciones de sonido que son reconocidas por el cerebro. Sin embargo, en marzo de este año el aparato dejó de funcionar repentinamente y el niño perdió la comunicación con el mundo "exterior".
"Lo enviamos al departamento técnico del fabricante, pero el Sistema Único de Salud (SUS, Servicio de Salud Pública de Brasil) no paga el mantenimiento y la garantía expiró hace tres años", dijo su padre, Juliano. Además agregó que "nos presentaron una factura de reparación que no podíamos pagar. Luiz Gustavo estuvo sin el equipo por más de dos semanas. Pero para él se sintió como una eternidad".
Por esa razón tocó los corazones de cientos de residentes Bueno Brandão en el sureste de Brasil, quienes rifaron un buey de unos 300 dólares. Los boletos se vendieron por tres dólares cada uno y en 15 días llegaron a la meta del costo de reparación.
El día que sus padres fueron a buscar el nuevo implante, decidieron grabar un video para mostrarle a todos los que habían cooperado el resultado de su extraordinaria amabilidad. El video alcanzó más de 8 millones de visitas a un día de su publicación.
Ahora la familia está luchando para recaudar fondos para pagar la cirugía bilateral al oído derecho de Luiz Gustavo, por lo que lanzaron una página de recaudación de fondos y espera ayuda una vez más.