El registro da cuenta de la compleja labor de los buzos que lograron liberar a los animales de la “trampa humana” y poder guiarlos lentamente en la dirección correcta, permitiéndoles nadar libremente.
El tiburón ballena, incluido en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como especie vulnerable, es considerado el pez de mayor tamaño existente: el ejemplar más grande confirmado tenía una longitud de 18,8 metros.