Los expertos creen que las abejas llegaron y se quedaron en el techo del hospital Fulbourn, ubicado en Cambridge, hace varios años, ya que la colonia estaba compuesta por más de 60.000 insectos.
El hallazgo fue gracias a las quejas de los pacientes por el gran número de ejemplares que volaban al interior y exterior del establecimiento. Sin embargo, luego de días con la intriga del origen de las abejas, un equipo de trabajadores especializados en construcción sacó una tabla del techo del hospital y encontró el gigantesco panal.
Más de 12 horas necesitó el personal para sacar la enorme colonia de abejas por completo del lugar y detener el enjambre que tenía incómodos a los pacientes.