Los volcanes se encuentran a una profundidad de 5 kilómetros y el más grande tiene una altura de 700 metros. Los investigadores creen que se formaron cuando Australia y Tasmania se separaron del continente.
Cabe destacar que el grupo de investigadores cree también que el interés del hallazgo de estos volcanes recae en que pueden ser un punto de orientación en la "autopista" submarina que utilizan las ballenas jorobadas para sus migraciones.