El despegue fue realizado desde la superficie del USS Theodore Roosevelt durante un ejercicio militar en el cual se utilizó un sistema de catapulta que permite que solo en 2 a 4 segundos el avión alcance la velocidad suficiente para poder despegar sin problemas. Los cazas Super Hornet, fabricados por la compañía McDonnell Douglas (Boeing), fueron especialmente diseñados en los años 90 para ser embarcados en portaaviones, poseen un cañón automático interno de 20 milímetros y en los puntos externos del caza puede cargar misiles aire-aire.
El nuevo portaavión de EE.UU. denominado USS Gerald Ford, que actualmente está siendo terminado, contará con un sistema llamado EMALS. Este nuevo método, consiste en incorporar un lanzamiento electromagnético de aeronaves.