Muchas veces la altura no siempre importa para ganar una batalla o intimidar al oponente. Así lo demostró un grupo de gatos callejeros que, sin pensarlo dos veces, se acercaron sigilosamente a un ciudadano chino que paseaba a su perro, para atacarlo con uñas y dientes.
Afortunadamente, el perro y el hombre salieron con apenas algunos rasguños y mordidas del violento e inesperado ataque felino.