Para quienes estudian grandes depredadores como los tiburones, puede resultar peligroso acercarse a ellos en su hábitat natural, y más aún estando completamente rodeados. Por eso, muchos aplican una técnica llamada "inmovilidad tónica" para acercarse a ellos sin ser atacados.
En el video grabado en Las Bahamas en abril de este año, se puede ver al buzo e investigador Leigh Cobb acariciando la nariz de un tiburón hasta que este "cae". Esto sucede debido a un impulso del cerebro ante amenaza, que deja a algunos animales en un estado temporal de inactividad.
La inmovilidad tónica se considera una reacción evolutiva de adaptación ante el ataque de un depredador, cuando la resistencia no es posible y no hay otros recursos disponibles. En los escuálidos puede lograrse estimulando ciertos poros sensoriales cerca del hocico y con su aleta dorsal apuntando al suelo.
Esta reacción cerebral ha sido varias veces objeto de estudio en animales, pero no así en humanos. No obstante, psicólogos y psiquiatras creen que puede ser la explicación de la parálisis que se presenta en víctimas de violación y otros eventos traumáticos, como accidentes graves.