Se trata del momento en que el presidente de Estados Unidos invitó al mandatario norcoreano a conocer el interior de su limusina presidencial apodada "La Bestia". Todo fue captado con alta expectación por parte de los periodistas que cubrían la noticia; registraron el instante en que Donald Trump, mientras hablaba con Kim Jong-un, le pedía a un agente del Servicio Secreto que abriera la puerta de su vehículo.
"La Bestia" fue fabricada por la compañía estadounidense, General Motors, en cooperación con las agencias de la inteligencia de Estados Unidos y está blindada con un armazón realizado con tecnología militar.