Mientras los equipos de rescate continúan buscando entre los escombros del puente que colapsó en Génova, y el número de víctimas asciende a 42, se llevó a cabo un funeral de Estado para 19 de las personas fallecidas.
La misa se celebró en el Centro de Exposiciones y Comercio de la ciudad y fue liderada por el cardenal Angelo Bagnasco en compañía del imán Salah Hussein, quien dirigió una oración por las dos víctimas musulmanas albanesas.
Banderas chilenas fueron ubicadas sobre los ataúdes del chef Juan Carlos Pastenes, de 64 años, y su esposa, Nora Rivera. La pareja vivía en la ciudad norteña hace más de 40 años.
Por otro lado, algunas familias celebraron sus propios servicios privados como una protesta contra el estado, visto como negligente en su papel de supervisar la seguridad en el puente construido por una empresa privada.
Una corte de Génova tratará de establecer exactamente por qué se derrumbó el puente de 51 años, aunque se cree que problemas con el cableado serían una posible causa.