El hecho ocurrió en Vancouver, Canadá, cuando un grupo de jóvenes escucharon el desesperado grito de ayuda de un hombre que estaba sentado en un andarivel sosteniendo a su hijo que estaba a punto de caer. Los adolescentes, al ver lo que pasaba, se organizaron rápidamente para "construir" una camilla y poder sostener la caída del cuerpo.

El niño no sufrió ninguna lesión y los pequeños "rescatistas" fueron premiados con pases para toda la temporada por el centro de ski.