El objetivo del experimento es obtener datos que permitan conocer a total profundidad el origen de las auroras boreales y conseguir más conocimiento sobre las partículas que viajan a través de la radiación solar para poder esquivarlas en futuros viajes espaciales.
¿De qué se trató la prueba?
Generalmente el impacto entre partículas que provienen del viento son los que generan las auroras boreales en lugares como Noruega.
Lo que hizo la Nasa fue acelerar este choque usando una nube de compuestos como el trietilaluminio y una mezcla entre bario y estroncio, ya que tienen la característica de que se iluminan al ser golpeadas por otras partículas.
Así, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, logró generar nubes de fuertes colores y analizar el flujo de partículas cargadas que forman las auroras.
El experimento además provocó un espectáculo "natural" de luces en el cielo nocturno de Noruega del cual los habitantes pudieron disfrutar.