El rey Carlos III protagonizó hoy una nueva polémica en la residencia real del Castillo de Hillsborough, Irlanda del Norte. Todo ocurrió al final de su visita cuando firmaba un libro y debía colocar la fecha, que la escribió de manera errónea.
Luego, el monarca se enojó debido a que la pluma goteaba y dijo “no puedo soportar esta maldita cosa”, mientras parecía frotarse furiosamente la tinta de los dedos.
Camila, la reina consorte, salió al rescate y sugirió que estaba goteando y pidió un reemplazo, mientras el rey salía de la habitación flanqueado por sus ayudantes que parecían nerviosos.
Esta nueva controversia ocurre días después de otro incidente en el que el monarca de repente hizo un gesto furioso a uno de sus ayudantes para que quitara un bote de tinta.