Los hechos ocurrieron en una reunión de accionistas, en la cual los manifestantes ingresaron a protestar por los abusos cometidos en la controvertida planta del fabricante, ubicada en la región noroccidental china de Xinjiang, producto de las denuncias de abusos contra los derechos humanos en la región.
Dentro de los activistas, había una mujer en topless que traía en su espalda escrito “Dinero sucio”, quienes también interrumpieron el discurso del presidente ejecutivo Oliver Blume.
Hans Dieter Poertsch, presidente de Volkswagen, se agachó a tiempo, logrando esquivar el trozo de pastel lanzado por una mujer, la cual fue escoltada rápidamente junto el resto de los manifestantes por personal de seguridad.