Los investigadores midieron, fotografiaron y analizaron cerca de 50 huellas. Sin embargo, "fue difícil estudiar producto de las condiciones de marea, el impacto de la intemperie y los cambios en el paisaje", comentaron. A pesar de esto, identificaron dos caminos de huellas aisladas.
"El hallazgo de las huellas, que es de gran importancia mundial, se hizo en rocas ligeramente más antiguas que las encontradas anteriormente en Duntulm, también en esta isla escocesa. Esto demuestra la presencia de dinosaurios en esta parte del mundo a través de una escala de tiempo más larga de lo que se conocía", destacó Paige de Polo, científico de la Universidad de Edimburgo, quien dirigió la investigación.
Este es el segundo hallazgo de huellas de dinosaurios hecho en esta isla tras el realizado en 2015 por los científicos Steve Brusatte y Tom Challands, de la Universidad de Edimburgo. Ambos, en aquel momento, destacaron que ese descubrimiento hasta ahora era la "punta del iceberg" y que esta costa iba a seguir ofreciendo ejemplares.
Brusatte además aclaró que "los de cuello largo, primos de Brontosaurus, y los dientes afilados de Tyrannosaurus Rex, rondaban por lagunas poco profunda. Cuando Escocia era mucho más cálida, los dinosaurios comenzaban su marcha hacia la expansión global".