Según los reportes, al menos 1.182 hectáreas entre las localidades costeras de Santa Mónica y Malibú, habrían quedado calcinadas por el fuego. Las autoridades, quienes ya declararon estado de emergencia, advirtieron que el peligro era inminente, ya que se habían pronosticado rachas de viento de 80 a 130 kilómetros por hora, para la mayor parte del condado de Los Ángeles desde el martes hasta el jueves.
Desde bomberos señalaron a la cadena de televisión local KTLA que varias personas resultaron heridas, algunas con quemaduras en la cara y las manos.