Las cosas no pintan bien para Vladimir Putin. Claro porque a la compleja situación que vive su invasión a Ucrania tras siete meses de guerra, se suman ahora protestas en Rusia en contra de la movilización militar que anunció el mandatario.

Agencias internacionales reportan al menos 540 detenciones por manifestaciones en San Petersburgo y más de 500 en la capital, Moscú.

De acuerdo a Europa Press, las autoridades rusas castigan con dureza este tipo de movilizaciones, alegando que no cuentan con permiso oficial. Además, desde el inicio de la invasión sobre Ucrania en febrero, se han endurecido las penas por criticar a las Fuerzas Armadas.

Cabe recordar que Vladimir Putin ordenó una movilización parcial de reservistas en Rusia, una medida que parecía ser una admisión de que la guerra de Moscú contra Ucrania no va de acuerdo a los planes tras casi siete meses de combates y ante las últimas pérdidas de las fuerzas del Kremlin en el campo de batalla.

En un discurso televisado a la nación el miércoles en la mañana, el presidente de Rusia advirtió también a Occidente de que no bromea cuando dice que su país empleará todos los medios a su disposición para proteger su territorio, en lo que pareció una referencia velada a su capacidad nuclear. Putin ya había advertido antes a sus rivales que no pongan a Moscú contra la pared y criticó a las naciones de la OTAN por suministrar armas a Ucrania.