El mercado negro sigue operativo, ya que el otorgamiento de licencias ha sido lento. Sin embargo, en Vancouver hace rato se resolvió el tema de la venta e incluso hay lugares especiales para fumar.
El objetivo principal de la medida fue regular el comercio ilegal de marihuana, estimado en US$ 4 millones anuales. Pero tras el primer mes de su implementación ha ocurrido algo imprevisto: la escasez de marihuana legal ha generado que los consumidores vuelvan a sus distribuidores ilegales.
Cabe destacar que los compradores más habituales suelen ser profesionales y turistas, cuenta Alex Orantes, gerente general de la tienda City Cannabis Co, en el centro de Vancouver: "No es el típico drogadicto". Según Chris Kooiker, supervisor de Cannabis Culture, una de las cuatro tiendas que tiene Vancouver, la mayor cantidad de consumidores en los últimos días es gente que decide probarla por primera vez.