El huracán Michael, de categoría 4, arrasó con la Base de la Fuerza Aérea estadounidense ubicada en Tyndall, Florida, causando importantes daños estructurales a los edificios y equipamiento.
Los vientos de más de 240 kilómetros por hora volaron los techos, derribaron árboles y líneas eléctricas. Sin embargo, no se registraron heridos puesto que la base había sido evacuada el lunes y solo quedaba un pequeño equipo de resguardo.
Tyndall, era el lugar de resguardo y estacionamiento de 325 de cazas, incluyendo el F-22 Raptor, el más sofisticado en el arsenal del Pentágono. Afortunadamente antes del paso del huracán Michel, fueron reubicados.