La forma en que las garrapatas se aferran a un ser humano puede ser complicado de entender, sin embargo, si ves de cerca cómo el ácaro logra anclarse a la piel y pasar varios días alimentándose de sangre, puede ser más sencillo de comprender. La herramienta denominada hipostoma, es parte de su boca y cuenta con dos juegos de ganchos y un montón de dientes microscópicos, muy parecido a una sierra. Esa estructura, es la clave del éxito del parásito para poder aferrarse y sobrevivir.
¿Cómo funciona el hipostoma?
La garrapata lo utiliza para penetrar en la piel del portador y quedarse fijada en ella a través del conjunto de ganchos que actúan por separado para excavar en la piel. Asimismo, mientras el hipostoma avanza, los ganchos se retraen para quitar la epidermis del camino.
"Las garrapatas no son como el mosquito, que puede meter y sacar su boca en la piel como si se tratara una aguja hipodérmica", explicó a el biólogo Kerry Padgett, del Departamento de Salud Pública de California.
Cuando el hipostoma logra atravesar la piel, usa sus dientes de sierra como pequeños arpones para anclarse al ser humano. Después, funciona como una bombilla con la que la garrapata extrae sangre hasta sentirse satisfecha. Este proceso dura tres días, luego el ácaro se cae y sigue con su vida.