Con esta hazaña se convirtió en la persona más anciana en lanzarse al vacío en paracaídas. Junto al instructor, Jed Smith, quien cuidó de ella todo el tiempo, la valiente abuelita saltó por acto de caridad en Australia.
Historia
El acontecimiento todo el tiempo tuvo como objetivo ser un acto de caridad. Su hija de 67 años, Shelagh, falleció hace diez años víctima de una enfermedad a la neurona motora.
"GoFundMe", es una plataforma para juntar dinero y destinarlo a campañas que informen sobre el tratamiento de la enfermedad. Esto fue lo que impulsó a O'Shea a lanzarse de 4 mil metros de altura, ya que con esta proeza logró recaudar 10 mil dólares para la fundación.
"Me sentí normal, casi igual que en saltos anteriores. Estaba con el mismo compañero Jed Smith y los mismos jóvenes estaban en el avión conmigo. Estaba muy claro allí y el clima era bueno, pero hacía mucho frío allí", señaló la osada señora.
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Irene O'Shea oxigenándose[/caption]
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Irene salta de un avión, sin embargo, en esta oportunidad lo hizo con más protección debido a su edad. Un ejemplo de ello es el arnés de piernas especializado que Smith le asignó, para que en el momento del aterrizaje no sufriera ningún daño.
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Irene O'Shea segundos antes de saltar[/caption]
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Irene O'Shea tras el aterrizaje en paracaídas[/caption]
El récord anterior lo tenía, Kenneth Meyer, una mujer proveniente de Nueva Jersey de 101 años, quien también se lanzó desde las alturas por amor a la adrenalina.
