Los residentes de 3 estados norteamericanos quedaron asombrados la noche del domingo, luego que un supuesto OVNI iluminara el cielo. Sin embargo, se trataba del despegue, y posterior aterrizaje de la parte inferior, del cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX.
A pesar de las repetidas advertencias de la empresa de transporte aeroespacial sobre el lanzamiento, muchos habitantes de California, Nuevo México y Arizona pensaron que estaban en presencia de extraterrestres.
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En un comunicado, la Fuerza Aérea estadounidense dijo que "los residentes locales podrán ver la primera etapa del Falcon 9 regresando a la Base Aérea Vandenberg (...) los residentes de los condados de Santa Bárbara, Ventura y San Luis Obispo podrán escuchar una o más explosiones sónicas".
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El evento marcó un hito, ya que se trata del primer aterrizaje de una base de cohete de la empresa en tierra firme, lo cual reduce los tiempos de respuesta de los cohetes propulsores.
La misión corresponde a un nuevo satélite de observación argentino, SAOCOMM-1A, que se usará para rastrear desastres naturales como inundaciones, incendios forestales y derrames de petróleo desde una órbita terrestre baja, a 620 kilómetros.
