Sus seguidores lo estaban esperando afuera de su domicilio y se manifestaban con banderas del país, gritos y aplausos a favor del presidente renunciante. Frente a la situación, PPK saludó a las personas y emitió un breve, pero potente mensaje: "No nos vamos a dejar pisotear por unos delincuentes".

Además, desde la sede del poder ejecutivo, Casa de Pizarro, explicó que no quiere ser un problema para la unidad del Perú y confirmó su renuncia debido al "clima de ingobernabilidad" que "no permite avanzar".