El estudio neurológico comparó cuatro estilos musicales distintos para ver cuál genera más actividad general durante su escucha: reggaetón, folclore, electrónica y música clásica.
Participaron 28 pacientes sin formación musical, a los que se les realizaron resonancias magnéticas durante la escucha pasiva.
La investigación demostró que el reggaetón fue el género que más actividad cerebral logró, seguido por la electrónica y el folclore, en contraste con la música clásica.
El género musical no solo logra una activación en las zonas cerebrales que procesan los sonidos, sino que también activa los ganglios basales, una región primitiva del cerebro que está compuesta por grupos de neuronas que modulan la postura y el movimiento, y que también está involucrada en el sistema de recompensa.
En otras palabras, el reggaetón genera un “pulso interno” que sigue el ritmo, y trata de predecir el siguiente pulso. Literalmente, hace que tu cerebro prepare el cuerpo para el perreo.