Las pastillas anticonceptivas femeninas usan hormonas para alterar el ciclo menstrual, por eso, los esfuerzos por crear un equivalente masculino se han centrado en la testosterona. El problema es que ello genera efectos secundarios como aumento de peso, depresión e incremento de los niveles del colesterol, que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Los detalles acá.