Tras el despegue de un Soyuz desde el aeródromo ruso de Plesetsk un potente rayo impactó sobre el cohete dejándolo sin lesiones. El vehículo logró continuar su ascenso como si nada y casi cuatro horas más tarde puso en órbita el satélite denominado "Uragán".
"¡Los rayos no son un obstáculo para ti!", dijo el Director General de Roscosmos, Dmitry Rogozin, en su cuenta oficial de <a href="https://twitter.com/drogozin">Twitter.</a>
Al igual que los aviones, los cohetes están preparados para soportar descargas eléctricas gracias a canales metálicos que aseguran que la corriente de un rayo tenga puntos de escape en el fuselaje.
Sin embargo, no todos estos ejemplares han tenido la misma suerte. En marzo de 1987 el cohete Atlas-Centaur fue impactado por un rayo 49 segundos tras su despegue. Esto provocó la destrucción del sistema de guiado y navegación, y como consecuencia, la desintegración del vuelo.
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Cohete Atlas-Centaur[/caption]