El lanzamiento se realizó desde la base de Cabo Cañaveral por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio. En primer lugar, el despegue estaba agendado para el lunes, sin embargo, tuvo que ser cancelado para verificar los sistemas de navegación del cohete Falcon 9, que llevó a bordo al satélite. No obstante al retraso, el proyectil no presentó problemas en su partida y el lanzamiento fue todo un éxito.

El satélite, fue desarrollado por la Nasa y por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, con el objetivo de observar el 85% del cielo para encontrar planetas fuera del sistema solar y determinar si existen las condiciones necesarias para que se genere vida.

El TESS, buscará astros orbitando estrellas ubicadas a menos de 300 años luz de la Tierra, y se basará en los datos anteriormente obtenidos por el telescopio espacial Kleper, el cual lleva nueve años en el espacio.

El aparato espacial, es del tamaño de una lavadora y está diseñado para buscar signos de atenuación periódica de la luz en las estrellas más cercanas y más brillantes. Estas señales, significan que hay planetas en órbita alrededor de ellas.

"Ahora vamos a poder estudiar planetas individuales y comenzar a hablar sobre las diferencias entre ellos. Este es el comienzo de una nueva era fantástica de investigación de exoplanetas", explicó el científico del Centro Goddar de la Nasa en Maryland, Stephen Rinehart.

La Nasa espera que el TESS revele aproximadamente 20.000 exoplanetas, entre los que podría haber unos 50 planetas del tamaño de la Tierra y hasta 500 de menos del doble del tamaño de la misma.

Asimismo, durante su misión, las cuatro cámaras de 16,8 megapíxeles del satélite, tomarán fotografías de un mismo sector en alta resolución durante 27 días seguidos, para ajustar la orientación del TESS. De hecho, según datos de la Nasa, les llevará un año recolectar las imágenes necesarias para mapear las 13 secciones del "cielo sur" y otro año más para examinar el "cielo norte".