El ciudadano ruso, Alexey Khadeyev, se levantó por la mañana y quiso salir al patio, sin embargo, al intentar abrir la puerta de su casa se dio cuenta que esta topaba con algo. Cuando volvió a empujar, escuchó un gruñido de tigre y volvió al interior para llamar al Servicio de Seguridad de la ciudad.

El animal no permitía que Alexey se acercara demasiado, pero tampoco lo atacó mientras esperaban la llegada de personal de emergencia, quienes lo sedaron y llevaron al Centro de Rehabilitación Alekseevka en Primorsky. Según expertos, el tigre siberiano dejó su hábitat salvaje para encontrar ayuda de humanos.

Los especialistas determinaron que se trataba de una tigresa de unos diez años, que padecía un problema agudo en la mandíbula: no tenía dientes en toda la parte superior, por lo que no podía cazar ni comer.

La conservacionista, Yury Kolpak, del Ministerio de Recursos Naturales de Rusia, describió a la tigresa como "completamente exhausta", y agregó que debía recibir asistencia calificada, de expertos.

Los veterinarios esperan resolver los problemas dentales del felino en peligro de extinción, pero actualmente no es lo suficientemente fuerte como para someterse a una cirugía mayor. Sin embargo, ahora puede comer carne molida.