Si bien el agua es vital tanto para las plantas como para todos los seres vivos, un exceso de su consumo tampoco es bueno, ya que ocurriría algo similar a lo que pasa cuando queremos mantener la respiración durante mucho tiempo bajo el agua: llega un momento en que se agota el aire de los pulmones y estamos obligados a salir para poder volver a respirar. Bien, en las plantas ocurre los mismo, también se pueden "ahogar". A excepción de las acuáticas, el resto tiene que recibir la cantidad de agua que necesita, ni más ni menos.