La controversia inició luego del discurso del empresario en el marco de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Entre sus declaraciones destacó su entusiasmo por futuras misiones espaciales y agradecimientos al público.
Sin embargo, lo que desató las críticas fue un gesto que realizó el empresario al finalizar sus palabras: llevó la mano al pecho y luego la alzó en diagonal hacia adelante, repitiendo la acción dos veces.
El hecho provocó que en redes sociales, varios usuarios compararan este movimiento con el saludo nazi, mientras que algunos medios italianos recordaron sus similitudes con el saludo romano adoptado por Mussolini y el fascismo italiano.