El Túpolev Tu-95 es un bombardero estratégico y portamisiles propulsado por cuatro motores turbohélice fabricados en la Unión Soviética. Asimismo, realizó su primer vuelo en 1952 y se espera que sirva para la Fuerza Aérea Rusa por lo menos hasta el 2040. Sin embargo, además de ser una reliquia de la Guerra Fría y tener el enorme potencial de llevar bombas nucleares a distintos objetivos, estas máquinas son famosas por otra cosa: los ocho propulsores que lo conforman lo convirtieron en el avión más ruidoso del mundo.
"El Tu-95 está considerado el avión en servicio más ruidoso que existe. Se dice que incluso los submarinos son capaces de detectar el avión mediante sonar estando sumergidos. Los pilotos occidentales que escoltan a los Bear en el espacio aéreo internacional aseguran que pueden oír los turbopropulsores del avión por encima del sonido de sus propios jets", explicó la BBC en un artículo.
Una de las teorías más acertadas es que las puntas de las hélices rompen la barrera del sonido al girar provocando un "mega" sonido. Otra hipótesis se debe a la peculiar configuración de las hélices, que giran a la contra unas de otras. Por último, algunos expertos se manifiestan asegurando que el desagradable sonido es producto a las palas de las hélices cuando se cruzan.