El descubrimiento trata de una pequeña felina ciega encontrada hace un año atrás, una cría que en ese entonces pesaba solo 440 gramos, y que en un inicio fue identificada como un puma yaguarundí.

Sin embargo, tras realizar una secuencia genética, las autoridades lograron identificarla correctamente como un ocelote.

La felina no podrá ser liberada, ya que su condición la pone en mucho más riesgo, por lo que se mantendrá bajo la protección de especialistas.

Frente a esto, el parque de conservación donde se encuentra viviendo, le construyó un ambiente especial.