El avión se encontraba a unos 213 metros del suelo, es decir, a tan solo dos o tres minutos de aterrizar en la ciudad coreana cuando ocurrió el incidente. El viento azotó a los aterrorizados pasajeros, que se agarraban a sus reposabrazos, según muestra el video.
Según el Departamento de Bomberos de Daegu, 12 personas sufrieron lesiones por hiperventilación y nueve de ellas fueron enviadas a hospitales de la ciudad.
Por otro lado, la policía detuvo al hombre en el aeropuerto bajo sospecha de violar la ley de seguridad de la aviación. Sin embargo, el hecho sigue siendo investigado, ya que un experto de aviación, Geoffrey Thomas, describió el incidente como muy extraño, asegurando a CNN que “técnicamente, no es posible abrir esas puertas en vuelo”.