Reuniones por videollamada, casillas de mails llenas de archivos y oficinas improvisadas en los comedores de casas y departamentos. El teletrabajo ha traído una serie de nuevas situaciones y costumbres a millones de personas. Un estudio de la Asociación Chilena de Seguridad apunta que al menos el 81,3% de las empresas está operando con algún grado de trabajo remoto. Pero algunas compañías ya estaban eso mucho antes de que partiera la emergencia sanitaria. Cisco Chile es uno de los casos de más larga data. La empresa global dedicada a la fabricación, venta, mantenimiento y consultoría de equipos de telecomunicaciones, con operaciones en Chile desde 1995, cuenta con la opción de trabajo remoto desde hace 15 años. Víctor Toscanini, gerente general interino de Cisco Chile, dice que la premisa de ellos está en adoptar la tecnología reciente al servicio de sus trabajadores, permitiendo que muchos cumplieran funciones desde aeropuertos, cafeterías o en los primeros cowork que aparecieron en Santiago. "En la medida que empezaron a existir estas herramientas que permitían mayor movilidad, las tomamos", recuerda. Como parte de su política interna, Cisco Chile apunta a forjar una cultura organizacional cada vez más flexible a todo nivel, y entre esas acciones, está la posibilidad de hacer teletrabajo. Por ejemplo, en sus oficinas ubicadas en Las Condes cuentan con 90 puestos para una fuerza total de 130 trabajadores, por lo que muchos deben avisar con anticipación si necesitan hacer uso de alguna oficina, y el resto opera desde el lugar que estime conveniente. Antes de la crisis, un 70% de los trabajadores optaban por teletrabajar una vez a la semana. Para marzo, cuando la contingencia impidió la posibilidad de volver al trabajo presencial, pudieron continuar sin problemas. Toscanini cree que más allá de implementar formas para medir productividad, "la confianza y el trabajar por objetivos es clave". "Hay una mezcla que se va desarrollando con el equipo y la dinámica cambia. Creo que las personas lo valoran, y ellos trabajan y responden a la confianza", enfatiza.
Cambio de mentalidad
Otras multinacionales también adoptaron la modalidad del trabajo remoto previo a la pandemia. En
lo aplicaron hace más de cuatro años, para todos quienes puedan hacerlo de acuerdo a su función. Según Leonel Orellana, gerente de recursos humanos de la compañía de alimentos, la implementación fue rápida, porque fue planificada y con un proceso de capacitación: “El 100% de nuestro equipo que trabaja en administración o cualquier función que permite esta modalidad, podían trabajar cuando quisieran desde sus casas desde antes de la pandemia”. El salto definitivo de la empresa se vio reflejado en el proceso de renovar oficinas, que se completó a principios de 2019, cuando estuvieron cinco meses sin una sede corporativa. Eso permitió consolidar una nueva cultura que venían desarrollando, y que hizo que no tuvieran problemas para implementarla en el contexto de la pandemia del COVID-19. Ante las decisiones tempranas de contar con home office, Orellana enfatiza que “esto nos hizo ser muy ágiles ahora en la crisis sanitaria. La operación de toda la compañía pudo seguir en marcha de forma correcta, cumpliendo nuestro rol en la cadena de abastecimiento para las personas”. Ante las ventajas y desventajas de adoptar con anticipación el sistema de trabajo, el gerente de recursos humanos de PepsiCo relata que ha traído más beneficios entre sus trabajadores, "siendo más responsables" ante el cumplimiento de sus deberes. Sin embargo, en este contexto también visualiza las complejidades de trabajar desde casa, con gente que no se siente cómoda y que anhela volver a la oficina. Ante esto apunta: ”Nuestro aprendizaje es que hay que equilibrar, no es el formato de trabajo el importante, sino que la personas esté bien y pueda desarrollar su máximo talento en la organización”. Por otro lado, MercadoLibre, la empresa latinoamericana dedicada a la compra y venta online, cuenta con más de 350 colaboradores en Chile. Antes del inicio de la pandemia, tenían la opción de hacer teletrabajo una vez a la semana. Desde que se decretó estado de emergencia en marzo, más del 95% de los colaboradores trabaja remotamente todos los días. Desde la mirada de Alan Meyer, director general de la compañía en el país, el valor de trabajar con flexibilidad marcó el inicio de las operaciones hace seis años, implementando atributos como oficinas abiertas y horizontales; flexibilidad horaria y home office. Al igual que en Cisco, los colaboradores podían teletrabajar una vez a la semana desde antes de la pandemia, siempre en coordinación con los equipos. Una práctica que, según el director general, les permitió una adaptación rápida a la situación actual. Una de las claves que les permitió estar preparados ante el actual escenario, según Meyer, es que el rubro de Mercado Libre está ligado a la tecnología, por lo que ellos están constantemente innovando y abiertos al cambio. Ante el cambio de mentalidad que se requiere para adaptar funciones remotas, Meyer cuenta que en un principio existía temor en cómo la organización se podía adaptar a esta modalidad. Sin embargo, los trabajadores detrás de la página de e-commerce están constantemente respondiendo encuestas, lo que le permite a la empresa saber datos antes impensados, como el estado de ánimo de ellos e incluso optar a programas de apoyo emocional. “Empatizamos con las realidades de cada uno de nuestros colaboradores, algunos están solos en casa, otros con hijos, por lo tanto el liderazgo empático ha sido un aspecto crucial en esta etapa”, cuenta.
Smart working
Tutenlabs es una startup que no sabe de trabajo tradicional: implementó desde sus inicios -en 2015- el teletrabajo. La empresa, dedicada al desarrollo de softwares para la gestión de equipos en terreno, fue creada en el Centro de Innovación del MIT y debido al trabajo de equipos en diferentes países, la modalidad de trabajo online se implementó desde el día uno. El fundador y gerente general, comanda desde Miami la empresa que cuenta con más de 90 colaboradores repartidos en países como Chile, Colombia, México, Venezuela, Estados Unidos o Singapur. Benjamín Caro, encargado de Growth y Marketing de Tutenlabs, relata que no hubo un proceso de adaptación, ya que todos los trabajadores contaban con las herramientas instaladas, la información en la nube y la tecnología necesaria para operar. Acá, los trabajadores por contrato tienen la opción de teletrabajo, la que se complementa con una metodología para que equipos de trabajos, a veces repartidos con personas en tres países diferentes, puedan operar como “una misma célula”. Además, la empresa ya tenía contratado servicios de cloud o videollamadas, por lo que no hubo que preparar técnicamente a la gente para sobrellevar el impacto de la pandemia. Parte de sus rutinas son contar con reuniones diarias para ir visibilizando los objetivos a seguir, los que van actualizándose periódicamente. Cada tres meses, la empresa se reúne virtualmente para ir evaluando cómo van funcionando los equipos de trabajo. Según Caro, es importante tener definidos los objetivos desde un inicio para poder dar seguimiento a cada trabajador. Ante la transformación digital acelerada por la crisis sanitaria, Caro asegura que “si uno quiere lograr una expansión global, es súper importante adoptar de mejor forma el teletrabajo y sus herramientas. Es ahora el momento. Si bien producto del momento se está forzando, nosotros cuando hemos recibido clientes de países lejanos, si no hubiéramos tenido esta modalidad de trabajo, habría sido imposible tener una expansión”.