Las donaciones no pueden esperar
En Chile nos urge una buena ley de donaciones, que fortalezca el vínculo y la colaboración entre los individuos.
Todos tratamos de entender, día a día y minuto a minuto, las consecuencias e implicancias de la pandemia del Covid-19. Hay diferentes interpretaciones y diversos puntos de vista, pero hay algo en lo que todos estamos de acuerdo: existe una esperanza común de que esta crisis puede hacer que nuestra sociedad se vuelva aún más humana. Sin embargo, una de las cosas que más me ha impactado durante esta pandemia es la baja en las donaciones. En Chile nos hacemos llamar los campeones de la solidaridad, porque siempre nos hemos ayudado a enfrentar retos grandes, como cuando nos levantamos del terremoto de 2010 y todos los años cuando nos ponemos la camiseta por la Teletón, por ejemplo. Pero, seguimos débiles y tenemos que estar constantemente estimulando la colaboración y la filantropía. Hoy, nos urge una buena ley de donaciones, que fortalezca el vínculo y la colaboración entre los individuos. Según cifras de Sociedad en Acción, existen más de 200 mil organizaciones sin fines de lucro en el país, las que están al borde de la quiebra, debido a la baja de donaciones. La recesión económica en la que estamos entrando provocará que este año las compañías vean muy pocas utilidades, lo que aumentará el riesgo de cierre de muchas fundaciones sin fines de lucro. En esa línea, es importante que impulsemos una ley de donaciones que permita descontar hasta un 50% de los ingresos afectos a impuestos a la renta de personas naturales que aporten a organizaciones filantrópicas, y lo mismo en el caso de las herencias. Esto permitirá estimular y agilizar estas donaciones en nuestro país, acercar a las personas con las miles de organizaciones que existen o incluso motivarlas a crear la suyas propias. Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con una ley que le permite a todos los ciudadanos descontar hasta el 50% de su base imponible para el cálculo de sus impuestos a la renta, como también de la masa hereditaria. El país norteamericano cuenta con un buen modelo filantrópico y que podríamos replicar. Según los últimos datos entregados por Giving USA, el Informe anual sobre la filantropía para 2018, los individuos, legados, fundaciones y corporaciones estadounidenses entregaron alrededor de 427,71 mil millones de dólares a organizaciones benéficas, y por lo mismo no es de extrañar las millonarias donaciones que se hicieron en el mes pasado para encontrar la respuesta global al Covid-19. Estamos enfrentándonos a una crisis sin precedentes que nos tiene a todos ante un problema financiero brutal. El futuro es incierto y lleno de dificultades, pero sólo lograremos salir de esta crisis si nos apoyamos los unos a los otros. La labor que desempeñan las organizaciones sin fines de lucro es tremenda, debemos hacer todos los esfuerzos por ayudarlos. La ley de donaciones, es el primer paso.
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