Dos estudiantes de ingeniería USS crean gotero sustentable para ayudar a las reforestaciones en Parquemet

Los incendios forestales son devastadores y ningún lugar está a salvo, ni siquiera uno de los pulmones de Santiago como es el Parque Metropolitano. En los últimos 10 años, en Parquemet se han registrado 118 incendios forestales, y tan solo en las temporadas 2020-2021 y 2021–2022 se contabilizaron tres eventos de gravedad.

Un fenómeno que afecta con fuerza y que, tras apagar las llamas, levanta una tarea importante como lo es la reforestación de los predios afectados. Durante el último tiempo, un trabajo colaborativo entre Parquemet y seis universidades, dentro de ellas la U. San Sebastián (U. de Chile, PUC, UAI, UDD y UAndes) ha permitido que estudiantes voluntarios participen en su recuperación.

Sebastián Rivas, estudiante de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental, junto a Michell Valdés, estudiante de Ingeniería Civil Industrial, ambos en segundo año en la Universidad San Sebastián (USS), fueron parte de los 300 voluntarios que cumplieron la meta de reforestar tres hectáreas de la ladera norte del cerro San Cristóbal, en el sector de Antilén.

Sin embargo, Sebastián y Michell quisieron ir más allá: buscaron la forma en que plantar 500 árboles “tuviera el menor impacto en la huella de carbono posible y que fuera sustentable”. Una de las ideas que tuvieron fue la creación de un gotero sustentable.

Michell explica que como los goteros están hechos de un plástico elaborado sobre la base de hidrocarburos, estos tardan mucho tiempo en degradarse. Por ello, junto a Sebastián buscaron un material más sostenible y que fuera útil para regar en forma continua y segura los árboles y arbustos que crecen en el parque.

Así fue como se les ocurrió crear goteros con PLA, un plástico que proviene del almidón del maíz, que demora aproximadamente 80 años en degradarse cumpliendo ciertas condiciones. “Es mucho más sustentable que los otros goteros comerciales”, afirman sus creadores, mientras que Michell destaca que “la gracia principal” del gotero es que la pieza principal está hecha con tecnología de impresión 3D, funcionando a nivel técnico de forma similar a una llave de paso en una cañería, creando un sistema de riego de 6 litros por hora y mucho más barato.

Fueron cuatro meses de trabajo, de ensayo y error, encerrados como los hace cualquier científico en busca de una respuesta. Ambos amigos se concentraron, pasaron días y noches sacando cálculos físicos, googleando leyes, demostrando que estar en segundo año de la universidad no es impedimento para poner a prueba y buscar ideas innovadoras. “Cada vez que avanzábamos se nos ponía más complicado, pero no nos dábamos por vencidos”, dicen sus creadores, relatando que se acercaron a profesionales, expertos en ingeniería hidráulica, en agua y en impresiones en 3D. Incluso, visitaron las instalaciones del startup “FULL3D”, quienes los asesoraron. “Nos íbamos nutriendo de este conocimiento y avanzando a lo que queríamos llegar”, recuerdan.

En la Universidad también recibieron apoyo. El académico USS Marcelo Aybar fue quien les facilitó el laboratorio para tomar las presiones correctas. “Los estudiantes acudieron para que los apoyara con una validación científica y técnica de su prototipo”, expresa. En una primera etapa, realizaron un modelo matemático para predecir la relación entre caudales, presiones y pérdidas de carga que -comenta el docente- son las variables que intervienen en los flujos de agua en tuberías. Esto para contar con estimaciones sobre la factibilidad técnica del sistema de riego.

La segunda etapa llevó a Sebastián y Michell a hacer pruebas experimentales en el “Laboratorio de Control y Monitoreo de la Calidad del Agua” de la facultad para verificar el funcionamiento del prototipo en distintas condiciones operacionales. Por ejemplo, se midió el caudal de salida por cada gotero variando la presión dentro de la tubería. “Esto es fundamental para el posterior diseño e implementación en terreno”, detalla Aybar.

Tras 14 versiones, la pieza que implementaron en el Parque Metropolitano puede ser impresa por cualquier persona que tenga una impresora 3D, ya que ellos esperan subir la plantilla a una página web para que se descargue de forma gratuita. “En el futuro, en vez de ir a un centro comercial a comprar una pieza, uno podrá tomar el modelo de internet e imprimirlo”, plantean los jóvenes, pensando en que este fenómeno es global y requiere una mirada sustentable.

A ello, se suma que “los otros modelos convencionales subían los costos de la reforestación”, dice Sebastián, por lo que su invención baja de $300 pesos a $100 la unidad. “Era mucho el cambio de costos y nos favorecía. En temas de sustentabilidad, es súper innovador y llamativo”, plantea el estudiante.

Actualmente, los goteros ya están implementados en el Cerro San Cristóbal. El 25 de noviembre se cumplió un mes desde su instalación, fecha en que los jóvenes fueron a observar cómo ha evolucionado su creación. “Debido a todas las pruebas que hicimos en el laboratorio y en la casa de Michell, tenía la confianza de que todo iba a estar en funcionamiento bien”, dice Rivas.

El propósito de los jóvenes, junto con seguir pensando nuevas ideas, es que este gotero sustentable aporte en la reforestación de otros proyectos. “En internet no hay ningún archivo así, por eso queremos patentarlo”, subrayan.

Sebastián y Michell son parte de una generación consciente frente al cambio climático y, sobre todo, enfocados en la búsqueda de soluciones. Chile conoce la peor cara de los incendios forestales, movilizando a personas a efectuar las respectivas reforestaciones. Rivas piensa que su inquietud y crítica a la situación actual los lleva a tomar acciones. “No hay que cerrarse con una sola idea, sino que hay que ir avanzando. El Estado necesita gente que formule este tipo de ideas, que siga innovando para poder enfrentar esta crisis climática”, proponen.

“Hay que ser resilientes a la crisis climática y saber adaptarse. Como juventud y como estudiante, el cambio se debe hacer no importa lo que estudies. Eres parte de este mundo y eres parte de hacer un cambio”, plantea Michell, rememorando otras ideas, como la zona de carga limpia con paneles solares para cargar celulares que crearon en las instalaciones de la Universidad.

El próximo semestre, los creadores del gotero sustentable quieren llevar la reforestación a los colegios. Para eso, esperan seguir recibiendo el apoyo de su Alma Mater para seguir haciendo este tipo de propuestas. “Escuchar un no a la hora de innovar es bien difícil en la USS. Estos proyectos han sido exitosos porque creen en nosotros”, afirman los estudiantes.

Al respecto, el decano de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la USS, Federico Casanello, recalcó que “nuestros estudiantes hicieron distintos prototipos para hacer un gotero óptimo y esto es un plus y una contribución a la sociedad. Esto no solo tendrá un impacto hoy, ya que podrá abrir paso a futuras líneas de desarrollo en ese ámbito”.