La importancia de certificar los materiales de construcción en un país con alto riesgo sísmico como Chile

Todo universitario que elige alguna de las carreras de Ingeniería Civil pasa durante su formación por los laboratorios de materiales, donde se estudia el comportamiento físico y mecánico de diferentes elementos que se usan en una construcción, caminos o cualquier obra civil que se realice en el país. Esto permite a los alumnos conocer las características físicas de los materiales que son usados en los proyectos de construcción que deban enfrentar cuando sean profesionales.

Es en ese contexto que la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la Universidad San Sebastián (USS) decidió apostar por la generación de un centro que no sólo respondiera a deberes académicos, sino también que pudiese aportar a las necesidades de la industria en la línea de certificación y análisis de sus procesos.

Así nació el Laboratorio de Ensayo de Materiales de la U. San Sebastián (LEMUSS), espacio ubicado en el Campus Bellavista de la institución, en el que empresas públicas y privadas pueden certificar los materiales usados en las obras de infraestructura, inicialmente hormigón y áridos. A través de los equipos, instalaciones y espacios de la carrera de Ingeniería Civil en obras civiles, se conforma una oportunidad de crear mayor valor a la industria de la construcción, uno de los sectores más importantes de la economía local, así como la industria minera.

LEMUSS comienza en 2019 en los laboratorios creados para dicha carrera incipientemente, viendo que los equipos con los que contaban en la universidad tenían una utilidad mayor en ese tipo de ensayos de prueba. En 2021, junto con la adquisición de mayores herramientas tecnológicas, toma fuerza el proyecto, conformando un equipo especializado en ensayo de materiales, para realizar análisis y muestreo de todo tipo de pruebas técnicas, en los ámbitos de suelos y hormigón, que requerían las compañías con las que generaron lazos, producto de experiencias de prácticas universitarias o intervenciones en proyectos.

Por ello, la comunidad universitaria celebra que, a dos años de la puesta en marcha, el LEMUSS ya está acreditado por cinco años por el Instituto Nacional de Normalización (INN), organismo técnico en materias de la infraestructura de la calidad que, bajo la norma ISO 17025, garantiza que el laboratorio y sus distintos ensayos cumplen con el estándar de construcción instaurado en Chile.

Ray Gallegos Arias, director del área de vinculación con empresas y empleabilidad de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño USS y asesor del LEMUSS, señala que este sello garantiza que los informes de ensayos cumplen con las normas chilenas de construcción y estándares de laboratorio, respaldando los servicios que ofrece en un mercado como el nacional, uno de los países con más altos estándares de construcción -específicamente para soportar fuertes terremotos-, con normativas que regulan el diseño estructural y construcciones ha continuado evolucionando y mejorando. “Hoy estamos disponibles para apoyar a toda la Industria de la Construcción y Minería”, resume Gallegos, quien destaca que LEMUSS se encuentra convalidando su set de ensayos bajo convenio MINVU lo que significa que podrán certificar los materiales que se usarán en las obras públicas.

En cierta forma, el trabajo del LEMUSS es silencioso, en medio de un mundo que da por sentado que los materiales que compran en cualquier tienda ya están listos para ser usados, despreocupándose de esta labor que se anticipa para que las empresas puedan avanzar con rigor en cualquier proyecto de construcción. ¿Por qué es importante certificar y dar esa seguridad a los trabajadores de cara a un proyecto? Paula Escudero, jefa del Laboratorio LEMUSS, da cuenta que existen al menos 600 acreditaciones solo en el área de la construcción, en un país con alto control debido a su nivel de desastres naturales.

De hecho, Escudero toma como ejemplo el último gran terremoto que removió a la zona centro sur del país, dejando en claro que la caída de edificios está ligado a errores humanos. “En el terremoto del 2010 hubo graves problemas en la construcción, más no en la calidad de sus materiales”, especifica. En simple, la certificación es vital para la calidad del proyecto, cuantifica los esfuerzos y características de cada material y tener claridad a la hora de usarlos.

En esa lógica, en el proceso constructivo existen varios ámbitos que se deben conjugar para lograr la construcción final de carreteras, edificios o casas. Una de ellas es la obra misma, la forma en que se edifica, y la otra son los materiales que se utilizan. “No basta con construir bien con los materiales que se utilicen en las diferentes etapas. Hablamos de suelos, áridos para el hormigón, los que tienen que cumplir en términos físicos y químicos ciertas características para que, cuando los constructores desarrollen las obras, resistan graves accidentes por estos fallos”, resume la jefa de laboratorio.

La acreditación por cinco años del LEMUSS es vista por sus trabajadores como un hito que apunta al sello del laboratorio y a la relevancia de sus procesos, siendo un sello de confianza para la interacción con la comunidad. Las instalaciones del Campus Bellavista son solo el comienzo de un proyecto que buscará expandirse a la sede de Concepción en el mediano plazo.

Si bien los estudiantes no participan directamente en las pruebas de laboratorio por temas normativos, estos observan ensayos reales, y comparten con el equipo que dan vida al LEMUSS, diferenciando características, durabilidad, para qué tipo de construcción se puede ocupar un tipo de material, entre otros detalles que marcan la diferencia. “Además de contar con infraestructura, aprenden y ven in situ, bajo estándares de calidad. Salen sumamente preparados”, manifiesta el director del área de vinculación con empresas y empleabilidad.

Los esfuerzos están puestos en esta doble visión del LEMUSS: acreditar más áreas para apoyar a la industria e impactar positivamente en la formación de los estudiantes. Además, la Facultad cuenta con líneas de investigación de nuevos materiales que, en conjunto con la carrera, van a lograr proponer nuevos usos y formas constructivas, con la mirada puesta en generar una industria más segura y eficiente en temas de velocidad de construcción y en costos.