Nueva plataforma para prevenir incendios forestales con apoyo de inteligencia artificial
https://observatorio.climagro.cl/
Se trata de una nueva herramienta que permite monitorear en línea distintos indicadores y activar las alertas ante eventuales siniestros o emergencias ambientales. La plataforma fue creada por académicos de la U. San Sebastián. El instrumento viene a sumarse a los esfuerzos de otras instituciones como CONAF y Corma en la prevención y combate de los incendios forestales.
Los incendios forestales que ocurrieron durante el verano pasado, que comenzaron a finales de enero y mantuvieron alerta de prevención hasta marzo, dejaron huellas imborrables en las familias que vivieron in situ las llamas, así como lecciones para quienes deben enfrentar cada año este tipo de siniestros.
Parte del aprendizaje de las últimas temporadas que ha vivido en Chile es que, si bien la intencionalidad es la principal causa en la mayoría de los casos, lo cierto es que el buen manejo de los recursos materiales y humanos por parte del Estado, con un enfoque preventivo y reactivo, resulta fundamental para disminuir el daño ocasionado en el medio ambiente y los habitantes de las zonas afectadas.
Es así como los diferentes actores, incluyendo la academia, buscan apoyar con recursos novedosos y tecnológicos para la prevención y el combate de estos siniestros, en el que la educación de la población es fundamental.
Así, la Facultad de Ciencias de la Naturaleza en la Universidad San Sebastián (USS) creó la nueva plataforma para el Observatorio Climático, con la misión de entregar datos y conocimiento para la investigación, la docencia y, de forma particular, para la gestión de riesgos que están asociados al clima.
“Este observatorio pone a disposición una plataforma donde vamos a poder hacer seguimiento de las distintas condiciones de vulnerabilidad que existen en el caso de los incendios, así como seguir los casos de sequía que afectan en algunos territorios”, afirma María Emilia Undurraga, ingeniera agrónoma y decana de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza USS.
Undurraga, quien fue ex ministra de Agricultura durante la segunda administración del presidente Sebastián Piñera, señala que el gran valor de este observatorio es su plataforma de proyección y de pronóstico de las condiciones climáticas, lo que permite tomar decisiones oportunas para cada uno de los fenómenos. “Pensamos a nivel regional y también de proyectos que están a escalas comunales. Una necesidad que hemos escuchado de muchos gobernadores es que faltan herramientas de gestión para tomar decisiones”, puntualiza.
La herramienta es de acceso público a través de una plataforma online, la cual va a entregar reportes específicos dependiendo las situaciones que se vayan produciendo. “Va a estar disponible por si es que hay algún evento específico que requiere hacer un doble clic, y poder conseguir reportes”, complementa.
Detrás de la plataforma está Fernando Santibáñez, Dr. en Bioclimatología y especialista en sistemas y modelos ambientales, que, trabajando a la par con Paula Santibáñez, doctora relacionada a temas de clima, levantaron un equipo técnico con experiencia en programación computacional.
“Estamos utilizando inteligencia artificial para poder apoyar la adaptación al cambio climático”, asegura la decana, para así responder de forma más oportuna a este fenómeno que ha aumentado su complejidad. Tanto la plataforma como el observatorio climático fueron lanzados en un seminario en la sede Concepción de la USS, donde estuvieron presentes autoridades y organizaciones afines, como la Corporación de la Madera (Corma) y la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
La sexta generación de incendios forestales nació en Chile
Fernando Parada, jefe del Departamento de Control de Incendios Forestales de Conaf, analiza en específico los incendios de la última temporada 2022-2023. Para él, la diferencia de estos con los de los años anteriores, radica en que se caracterizaron por una simultaneidad y por presentar episodios piroconvectivos; es decir, que generaron en nubes convectivas que desencadenaron en violentos comportamientos en los siniestros, provenientes de los mismos incendios forestales registrados en Ñuble, Biobío y La Araucanía.
Todo esto, sumado a las condiciones meteorológicas, generó un evento denominado Evento Extremo de Incendios Forestales (EWE) y que, de acuerdo con las investigaciones a nivel mundial, se encuentra fuera de la capacidad tecnológica de extinción del incendio. Esto ocurrió entre el 02 al 04 de febrero. Para Parada, “cualquier estrategia de carácter público debe considerar medidas concretas que permitan desalentar la acción inescrupulosa de quienes intencionalmente ocasionan un incendio”.
Junto con ello, y más allá de la cantidad, causas y frecuencia de los desastres, Parada considera que “la acción pública y la capacidad logística deben estar enfocadas en la mitigación de incendios, la concientización de las personas para que estas entiendan el daño que pueden llegar a generar en los ecosistemas, viviendas, construcciones y, sobre todo, en la vida e integridad de la ciudadanía en general”.
El jefe del Departamento de Control de Incendios Forestales de Conaf hace un paréntesis al rememorar la historia de los episodios recientes, siendo la temporada del verano del 2017, denominada como “la tormenta de fuego”, donde la zona centro-sur del país fue afectada por un mega incendio forestal que se extendió entre las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío. Una situación que se convirtió en un episodio mundial, pues anterior a éste, la escala global de medición de incendios llegaba hasta la llamada “quinta generación” de incendios, el tipo más destructivo conocido. La “tormenta de fuego” fue el primero de la llamada “sexta generación”, en términos de intensidad de la línea de fuego y la velocidad de propagación, según constató la Unión Europea y Conaf en 2017.
“Ese episodio de 2017 marcó un antes y un después en materia de incendios donde la sensibilidad de lo ocurrido generó un presupuesto que nos ha permitido avanzar y adquirir tecnología”, sostiene el experto. Consultado sobre si considera que el país y sus agentes ligados a esta temática cuentan con tecnología innovadora para enfrentar este tipo de siniestros, Parada afirma que el nivel de desarrollo de incendios forestales es tal, que ha crecido no solo en el combate de incendios, “estamos entre los primeros Sistemas de protección en el mundo”, asegura.
Si bien existen avances, el experto sostiene que las condiciones climáticas hacen pronosticar que este verano los incendios serán complejos en su combate y, además, por la disponibilidad de los combustibles producto de la mayor vegetación producto de las abundantes lluvias de este año, pueden transformarse en incendios fuera de control.
La mirada de la Corma
Juan José Ugarte, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), pone en perspectiva los desafíos de este próximo verano, con temperaturas que podrían superar los 40 grados y vientos que podrían alcanzar los 70 kilómetros por hora, condiciones base para una propagación de mayor intensidad de los siniestros. “Tenemos que prepararnos para eso, anticiparnos a esa condición de desastre”, considera el líder del gremio que agrupa a las principales empresas forestales del país.
En su experiencia, los incendios forestales se pueden anticipar, sobre todo en los eventos de mayor daño y de mayor impacto para la población. “En Chile existen los instrumentos tecnológicos satelitales para poder anticipar esas condiciones del clima y actuar de manera preventiva”, complementa, indicando que el verano pasado “se actuó de manera tardía”, cuando ya el 88% de los incendios habían consumido cerca de 400 mil hectáreas, y causado daño a las personas y a la naturaleza.
Después de 2017 y los incendios recientes, tanto Conaf como Corma comparten que se han tomado acciones con la incorporación de brigadas nocturnas, el aumento de la inversión, el tener bosques resilientes y preparados, y activar redes comunitarias locales para poder anticipar, prevenir y actuar frente a los incendios.
Ante ello, se ha invertido en ciencia, innovación y tecnología. Para esta temporada, Corma contará con más de 100 cámaras robots con Inteligencia Artificial, con sensores nocturnos que funcionan 24/7 conectados a una red de aproximadamente 200 satélites que transmiten información para poder detectar de manera temprana y mucho más oportuna cualquier foco o inicio de incendio.
“Tenemos 20 minutos para poder llegar con una capacidad aún mayor que lo que se ha hecho en temporadas anteriores con helicópteros, brigadistas y maquinaria pesada”, específica Ugarte, ante la rapidez con la que se requiere actuar en siniestros de gran magnitud.
Para atender los incendios en Chile, hay que recordar que de acuerdo a los 2 mil casos investigados por CONAF la temporada anterior, el 100% tienen como origen la causa humana. Una señal para trabajar no solamente en apagar los incendios, sino en generar una concientización mayor en la población.
Nueva temporada de incendios 2023-2024
La decana USS Maria Emilia Undurraga sabe la importancia de concientizar y estar informados, por lo que la plataforma creada por el Observatorio Climático USS está pensada no solo para que expertos accedan, sino que para toda la población.
“Hicimos un convenio con la Asociación de Municipios Rurales. Pero esto no es una preocupación exclusiva de estos municipios, pues sabemos que hay muchos otros actores que están interesados en poder participar de forma más activa en la prevención”, señala, a lo que agrega que el disponer de información ayudará no solamente para la toma de decisión a nivel central de un servicio, “sino a nivel regional y particularmente a nivel local, para que todos nos sintamos parte de este desafío”.
En las próximas semanas, las temperaturas comenzarán a aumentar aún más, por lo que el presidente de Corma insiste en que no hay que normalizar los incendios: “En Chile hubo siete mil incendios forestales la temporada anterior, y de acuerdo con los dos mil casos investigados por Conaf, el 100% fue de origen humano”.
De hecho, solo un 0,2% se atribuyen a causas naturales. Por lo tanto, esto implica un cambio cultural. El gran elemento diferenciador de esta temporada es asumir que estos eventos extremos se pueden anticipar y lograr un despliegue climático preventivo. El Plan Nacional 2023-2024 de prevención, mitigación y combate de incendios rurales y forestales, presentado por gobierno en septiembre pasado, considera los aspectos discutidos, poniendo énfasis en el lado operativo con equipos terrestres (311 brigadas) y aéreos (70 aeronaves), que lo hacen -a ojos de Fernando Parada, de Conaf- “un sistema robusto”. Las aeronaves van desde unidades de ataque rápido, con vehículos con cinco personas y sistemas de almacenamiento de agua con mezclas de espuma, hasta unidades mecanizadas pasando con unidades de agua, unidades helitransportadas; una variedad de herramientas diferentes para los distintos tipos de incendios a abordar.
Los entrevistados sostienen que lo más complejo de abordar será la posible simultaneidad de incendios y las situaciones extremas que han ocurrido en el pasado. “Estamos trabajando para ser un sistema más eficiente y que podamos responder a lo que la ciudadanía necesita”, sostienen desde Conaf. Sin embargo, resulta fundamental que las personas puedan comprender que, sin la conciencia ambiental, los esfuerzos en combatir los incendios forestales resultan infructuosos. “Como se dice por ahí, el incendio es más fácil prevenirlo que apagarlo”, concluye Parada.
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