Trazan la primera ruta y derrotero náutico entre Puerto Montt y Caleta Inío, en el extremo sur occidental de Chiloé

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El velero escuela Centinela I de la U. San Sebastián llegando a Caleta Inío, al sur de Chiloé.

En una travesía de más de un día de navegación, el velero escuela Centinela I, de la Universidad San Sebastián, recorrió desde la capital de la región de Los Lagos hasta Caleta Inío, la localidad habitada más austral de Chiloé y con mayores dificultades de acceso. La finalidad es establecer una ruta detallada y un derrotero, documento complementario a la carta náutica que incluye información de corrientes, viento, peligros e instrucciones clave para que embarcaciones deportivas y turísticas puedan conocer las maravillas que ofrece esta zona virgen y poco explorada del territorio nacional. En esta nota te contamos cómo fue ese viaje y los objetivos que persigue la alianza entre la USS, la comunidad local y la Fundación Parque Tantauco.



Caleta Inío está ubicada en el extremo sur occidental de la Isla de Chiloé, a orillas del océano Pacífico, una zona caracterizada por fuertes vientos y lluvias, con una naturaleza exuberante y virgen. En este lugar está emplazado el poblado más austral de la isla, con 25 familias que se dedican a la pesca y recolección de productos del mar. Cuenta con un faro de 14 metros y diversos senderos de exploración para disfrutar de los bosques nativos siempreverdes y de la fauna autóctona.

A mediados de los 80, el lugar ganó fama por la explotación del pelillo, un alga de alto valor para la industria alimenticia, farmacéutica, agrícola y cosmetológica. Unas tres mil personas concurrieron a extraerlo, agotándolo en solo tres años. Fue en ese contexto en que algunas familias decidieron quedarse a vivir ahí, en la zona más aislada de Chiloé, donde hoy son vecinos del Parque Tantauco.

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Una vista de Caleta Inío.

Existen tres modos de llegar a Caleta Inío: un trekking de alta exigencia que dura cinco días por los senderos del parque, en avioneta o en una lancha de pasajeros que zarpa desde Quellón dos veces a la semana, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. El problema adicional para que embarcaciones mayores, deportivas, como veleros o bien a motor de dos a tres metros de calado, arriben a Inío es la falta de una carta náutica detallada de la ruta, que incluya un derrotero que informe meticulosamente las condiciones y geografía de la caleta y sus proximidades, con muchos islotes e islas que ni siquiera poseen un nombre oficial, así como un lugar exacto y seguro para fondear las naves en la caleta.

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Dos veces a la semana, una lancha subsidiada parte de Quellón a Caleta Inío, siempre que las condiciones climáticas lo permitan.

Esta condición de aislamiento y de falta de información de navegación llevó a que la Universidad San Sebastián (USS) iniciara el año pasado conversaciones con la administración de Tantauco para elaborar una ruta segura y detallada, con derrotero incluido y lugar de fondeo, para dar un nuevo aire y accesibilidad al hito más meridional de Chiloé.

Fue así como entre el 27 de enero y el 1 de febrero de este año se llevó a cabo la travesía del velero escuela de la USS Centinela I. En ella participaron siete personas, lideradas por la capitana y egresada de la USS, Millaray Briceño. Zarpando desde Puerto Montt, la nave universitaria llegó a Quellón tras 25 horas de navegación non stop, y desde ahí en unas cinco horas hasta Caleta Inío, en un viaje que totalizó 360 millas náuticas, más de 660 kilómetros.

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La USS prepara una ruta segura de navegación que parte en Puerto Montt hasta Caleta Inío.

Durante la navegación, el equipo de estudiantes y académicos USS fue recopilando la información necesaria y georreferenciada de la ruta, la que fue traspasada por la capitana a una bitácora con el objeto de comenzar la confección de un documento de navegación y derrotero que sirva a las embarcaciones deportivas y turísticas que se atrevan a emprender esta aventura fascinante, donde se pueden observar ballenas y demás especies que habitan esa poco concurrida zona marina.

Francisco Sánchez, creador y director del proyecto Centinela USS fue uno de los tripulantes de este viaje, comenta que “las cartas náuticas existentes son muy antiguas y sugieren una navegación más alejada de la costa para evitar roqueríos y corrientes. Nosotros hicimos una ruta distinta, más cerca de la costa. Fuimos despacio, con mucho cuidado, con un instrumento midiendo la profundidad, observando y anotando la geografía marina que fuimos viendo, como islotes o islas, muchas de ellas sin nombre, y las corrientes con que nos encontramos”.

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Francisco Sánchez, director del proyecto Centinela USS.

Sánchez agrega que van a necesitar otros dos viajes, en diversas épocas de este año, para completar la información necesaria para presentar un documento al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), que es el ente técnico que aprueba las cartas de navegación y los derroteros náuticos. Pero este proyecto no solo va a detallar la ruta entre Quellón y Caleta Inío, sino que desde el mismo Puerto Montt a Inío, de modo de incentivar que las naves deportivas que están en las marinas de capital de la región de Los Lagos, que suman unos 750 yates, se aventuren a visitar Inío una vez que se valide la ruta, el derrotero y el sitio de fondeo, documentos que estarán disponibles en la página web del Parque Tantauco.

Los objetivos de Tantauco

Alan Banister es el administrador general Parque Tantauco Chiloé, lugar donde lleva trabajando desde hace 18 años. Alan estudió agronomía en Santiago y, saliendo de la universidad, se fue a vivir a Chonchi, al sur de Castro, en el marco del programa Servicio País. Tras un paso por Nueva Zelanda donde estudió un magíster en conservación y parques, decidió regresar a la isla a trabajar en el parque.

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Alan Banister es el administrador general Parque Tantauco.

Alan ha cultivado una muy buena relación con los habitantes de Caleta Inío y afirma que este proyecto con la USS va a traer un impulso tanto a las familias de Inío como a Tantauco.

“Inío es la única caleta o puerto protegido que existe en toda la zona del norte del Golfo Corcovado y la boca del Guafo, que está entre Chiloé y la Isla Guafo. Los navegantes le tienen mucho respeto por sus condiciones de fuertes corrientes, olas y viento. Se trata de una zona compleja para navegar y sin mucha información para hacer travesías seguras, lo que atenta en contra de que más personas puedan disfrutar de las maravillas que ofrece esta zona”, señala el administrador.

Banister agrega que “es muy relevante este proyecto que estamos trabajando con la USS, pues busca abrir una ruta segura para embarcaciones deportivas. Eso va a incrementar el turismo en Inío, donde los habitantes entregan servicios como cocinerías, camping y alojamiento. Es el lugar más apartado de Tantauco y uno de los más bellos para visitar”.

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La navegación del velero escuela USS Centinela I hacia Caleta Inío.

Quien también participó de esta travesía del Centinela I fue Dominga Moraga, estudiante ya egresada de la carrera de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la USS, especializada en gestión de expediciones en ambientes acuáticos.

“Este viaje me sirvió mucho por la experiencia y las millas que sumé como tripulante de la nave, lo que me permite conocer mejor los aspectos técnicos de navegación y de la propia embarcación. Uno está constantemente aprendiendo del mar y esa zona es maravillosa, única, pero también peligrosa si no tienes una ruta detallada y segura. Cuando llegamos a Inío pudimos fondear, pero no en la caleta. Eventualmente, creo que sí se puede, pero falta información que vamos a levantar en las demás expediciones que hagamos al lugar. Por eso es tan relevante este proyecto. El lugar es maravilloso, desde la gente que vive ahí que te recibe con los brazos abiertos; la vista es preciosa y la naturaleza es incomparable”.

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Dominga Moraga, estudiante ya egresada de la carrera de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la USS.

Para Dominga, aprender de navegación a bordo del Centinela I y junto a su capitana son experiencias que nunca va a olvidar. Para ella, la adquisición de la embarcación fue un gran acierto por parte de la Universidad. “Tener a disposición este velero no solo beneficia a los estudiantes, sino que también a las personas que habitan lugares muy apartados, porque el Centinela I también hace operativos de apoyo a diversas comunidades que incluyen profesores y estudiantes de diversas carreras que efectúan operativos de salud, por ejemplo. Es decir, no es solo la mejor herramienta educativa, sino que generamos un impacto positivo a todos los lugares que llegamos”, sostiene.

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Dominga Moraga, Juan Pablo Salinas (estudiante USS) y la capitana del Centinela I, Millaray Briceño.

Francisco Sanchez, además, complementa que los proyectos con el Parque Tantauco no se van a quedar la elaboración de la ruta y el derrotero entre Puerto Montt y Caleta Inío, además del fondeo, sino que van a incluir una propuesta para completar la toponimia de esta extensa zona marina, sobre todo entre Quellón y Caleta Inío, en conjunto con el sindicato de pescadores del lugar, con quienes ya comenzaron los primeros contactos durante la estadía. Se trata de un trabajo arduo, que involucra estudio de la historia de la zona, el respeto de las comunidades y de cómo llaman a los distintos accidentes geográficos del mar, para luego, en conjunto con el Parque Tantauco hacer una presentación al SHOA.

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Representantes del Parque Tantauco, la USS y del sindicato de pescadores de Caleta Inío analizan la toponimia de la zona.

Asimismo, la carrera de Ingeniería en gestión de expediciones y ecoturismo USS va a colaborar con Tantauco estrechando esta relación con el apoyo de proyectos y de estudiantes que quieran hacer prácticas profesionales en el parque.

“Todo este trabajo busca que, a través del proyecto Centinela I de la USS, se posicione y ponga en valor a una comunidad insular y aislada de una manera distinta. Todo lo que estamos haciendo como universidad tributa a las comunidades y a los territorios mediante una vinculación efectiva y apoyo de nuestra parte, porque las expediciones del Centinela I también incluyen estudiantes y profesores. Ellos entregan diversos servicios y atenciones de salud y odontológicas a personas que viven y hacen patria en zonas muy aisladas”, concluye Sánchez.

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