Video Explorando el pasado prehistórico de la Tierra
En el volcán Copahue, ubicado en la frontera con Argentina en la Región del Biobío, se produjo un descubrimiento científico relevante al constatar la existencia de microorganismos que pueden vivir en condiciones muy extremas, lejos de la lógica con la que entendemos cualquier vida actual en la Tierra. Este hallazgo lo realizó la Dra. Raquel Quatrini, investigadora del Centro Basal Ciencia & Vida, y académica de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián. En este video, la investigadora explica la importancia de conocer en profundidad estas formas de vida primitivas y el impacto positivo que podrían tener en la industria minera nacional.
Proveniente de Argentina, Raquel Quatrini se radicó en Chile en 1999 para hacer un doctorado en microbiología, para especializarse en los mecanismos y procesos moleculares. Hoy, lidera una investigación inédita en el país al haber descubierto junto a su equipo de investigación comunidades de microorganismos extremófilos, que son aquellos que pueden vivir y reproducirse en ambientes tan extremos, que ninguna otra forma de vida que conocemos lo podría hacer.
Fue en ascensos al volcán Copahue, un macizo volcánico activo ubicado a 110 kilómetros al sureste de Los Ángeles, en la Región del Biobío, donde la Dra. Raquel Quatrini, investigadora del Centro Basal Ciencia & Vida, y académica de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, tomó muestras que después analizó y que indicaban la existencia de estas comunidades de microorganismos acidófilos.
“Nosotros llegamos al volcán Copahue buscando o rastreando una pequeña secuencia. Además de ser un macizo volcánico activo, con una laguna de cráter, algunas vertientes acídicas extremas muy cerca del cráter y varias manifestaciones de tipo hidrógeotermal. La característica que lo hace único es que algunas de estas emanaciones de fluidos hidrotermales se juntan con agua de origen glaciario y precipitaciones también de alta montaña y dan origen a un curso de agua que se conoce como el río Ágrio”, sostiene la académica.
La Dra. Quatrini agrega que “la investigación que hacemos tiene potencialidades en el ámbito de la minería. Los acidófilos persé son organismos que se encuentran en ambientes industriales. Sus comunidades son relevantes en la disolución de la matriz mineral y la solubilidad de metales de relevancia económica como el cobre. Entender más cómo funcionan estas comunidades que solubilizan metales tiene una potencialidad en la actividad inversa, que es revertir el daño ambiental que podría llegar a causar los efluentes mineros y sus altas concentraciones de metales y de tóxicos”.
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