Accidentes de verano: La necesidad de contar con un seguro escolar

uc christus
A little girl winces in pain after falling from her bike and skinning her knee

Caídas, traumatismos, intoxicaciones, quemaduras y el ahogo por inmersión son los accidentes más comunes en la época estival. ¿Cómo enfrentarlos? Acá una guía de consejos entregada por Felipe Maluenda, jefe del servicio de urgencia de Clínica San Carlos de Apoquindo UC CHRISTUS.



Comienza el verano y los niños (as) y adolescentes tienen más tiempo para jugar al aire libre, ir de excursión y bañarse con sus amigos en la piscina, entre otras tantas actividades. Una temporada de descanso para ellos y de precaución para los padres, quienes deben estar más atentos a que sus hijos (as) no sufran accidentes.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos. Por lo mismo, en 2017 la OMS publicó una guía (Preventing drowning: an implementation guide) que está basada en el “Informe mundial sobre ahogamientos” y ofrece orientaciones concretas sobre cómo aplicar las intervenciones destinadas a prevenirlos.

Al respecto, Felipe Maluenda, jefe del Servicio de Urgencia de la Clínica SAN Carlos de Apoquindo UC CHRISTUS, sostiene que “los accidentes más frecuentes en el Servicio de Urgencia son por lejos las caídas y los traumas locales (contusiones, esguinces, fracturas, erosiones u otros); luego vienen los cuerpos extraños (ingestión, óticos y/o nasales); y los más letales son algunas intoxicaciones y la asfixia por inmersión”.

De acuerdo a las edades, el facultativo señala que en los niños de un 1 año y/o los que no caminan, por lejos el accidente más común son las caídas (desde una cama, mudador, brazos u otro). “En esos casos es recomendable llevarlos a un centro asistencial si el niño (a) tiene pérdida de conciencia, llanto persistente, alteraciones de su conducta u otras alteraciones más evidentes como convulsiones”, aconseja.

El profesional explica también que las quemaduras solares son otras de las consultas más frecuentes en verano. Esto, debido a que muchas veces los niños (as) no ocupan la pantalla solar adecuada. “Idealmente deben usar además un gorro para protegerse del sol, lentes con filtro UV, polera manga larga y no tienen que exponerse en las horas más intensas que son entre las 12 y 16 h”, dice.

Las picaduras de insectos son otros de los motivos por los cuales muchos padres llegan con sus hijos (as) a la urgencia de recintos médicos. Esto sucede porque durante el verano aumenta la población de algunos artrópodos como arañas, abejas, avispas y mosquitos en general; y por otro lado, los niños están más al aire libre y con menos ropa debido a las altas temperaturas. “La mayoría de las veces son picaduras leves que producen molestias locales como hinchazón, picazón y dolor leve. Sin embargo, en ocasiones puede haber una reacción alérgica severa y debemos saber reconocerla. Si el paciente presenta dificultad respiratoria, compromiso severo de la piel, síntomas digestivos (diarrea, vómitos y/o dolor abdominal), debe ser evaluado en una urgencia ya que necesitará un tratamiento más agresivo”, advierte Maluenda.

A las picaduras de insectos se suma también la otitis. El profesional afirma que esta es una patología frecuente del verano debido a que los niños (as) se bañan en las piscinas. “La otitis se asocia a la humedad del conducto auditivo que genera la proliferación de bacterias. Esta patología requiere evaluación por el pediatra tratante porque en general necesita la prescripción de antibióticos”, comenta.

¿Cómo prevenir?

Que los niños estén siempre bajo la supervisión de un adulto, limpiar bien las casas y jardines para evitar picaduras de arañas y que las piscinas tengan reja son algunas de las recomendaciones más comunes durante esta época del año. Pero también lo es tomar un seguro escolar que cubra los accidentes que los niños (as) puedan tener en sus hogares.

Uno de ellos es “Mi convenio escolar” UC CHRISTUS. Un plan que protege a los hijos (as) en todas las etapas: preescolar, escolar y universidad, cubriendo no solo accidentes sino también enfermedades. Algunos de los beneficios de él son:

∙ Convenio de urgencia con coberturas para accidentes y enfermedades las 24 horas, los 365 días del año, ocurridos desde la vigencia.

∙ Eventos traumáticos (accidente): contempla atención integral ambulatoria y hospitalaria (copago $0).

∙ Eventos no traumáticos (enfermedad): considera solo atención de urgencia (copago máximo $8.000).

∙ Cobertura máxima anual $20.000.000 por beneficiario (hijo (a) / nieto (a)).

∙ Duración máxima de cobertura del evento: 1 año.

∙ Atención exclusiva en los todos los Servicios de Urgencia de Red de Salud UC CHRISTUS.

∙ Cobertura soolo para beneficiarios Isapre.

∙ Y la opción de incorporar a padres con cobertura ambulatoria.

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