Conectados para el futuro: La iniciativa que busca disminuir la brecha digital y frenar la deserción escolar

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A través de un convenio suscrito por VTR, TECHO-Chile y la Protectora de la Infancia, se realizó un programa de digitalización integral para 73 familias a lo largo del país en un esfuerzo para cerrar la brecha digital que se acentuó en pandemia.



Para Isidora Ávila, alumna de sexto básico del Complejo Educacional Maipú, la pandemia no solo significó un cambio en su vida por la situación sanitaria, sino que también trajo como consecuencia una interrupción en sus estudios.

Proveniente de una familia sin los recursos necesarios para poder contar con un computador ni tampoco una buena conexión a internet, incorporarse a las nuevas clases online fue toda una odisea. “Tuve que usar el teléfono de mi mamá para poder conectarme y era muy frustrante: la pantalla muy pequeña, una conexión que se caía y la interrupción constante de mensajes y llamadas”, el que además debía compartir con su madre pues también lo usaba para trabajar.

Isidora, junto a miles de jóvenes de escasos recursos vivieron el peor rostro de la brecha digital durante estos años, uno que casi impidió que su educación se siguiera desarrollando. Pero ella junto a otros 72 casos formaron parte del programa Conectados para el Futuro, una iniciativa multisectorial que por primera vez ofreció una solución integral al problema de la conectividad desigual.

Los tres pilares

Cyntia Soto, directora de Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad VTR cuenta que la idea de crear este programa surgió en el marco de la pandemia al darse cuenta que una de las mayores consecuencias que tendría es que los niños sin conectividad quedarían mucho más rezagados.

“Lo investigamos y nos dimos cuenta que el mayor riesgo era aumentar la deserción escolar, así que comenzamos a idear un plan que fuese distinto a otras iniciativas de conectividad”.

El foco de este programa sería dotar de conectividad de manera integral a familias de comunas vulnerables, con escasa o nula llegada de internet, o que solo podían usar un celular para acceder a labores educativas. Pero a diferencia de otras campañas similares que generalmente entregan equipos o dotan de acceso, acá se ideó una estrategia para ayudar con los tres pilares necesarios para digitalizar un hogar: Acceso a Internet, Equipamiento y Educación para saber cómo ocupar estas nuevas herramientas.

VTR pasó unos 6 meses ideando este plan cuando se dieron cuenta que no podrían hacerlo solos. Ya que, por mucho conocimiento y recursos acumulados, no contaban con el contacto ni la forma de identificar y acompañar a las familias que más lo necesitaran. Así es como la Fundación VTR se puso en contacto con dos ONG: TECHO-Chile y la Protectora de la Infancia para trabajar en conjunto y asegurarse de que la ayuda llegara a donde más se necesitaba.

Los requisitos para entregar esta ayuda era buscar beneficiarios entre 12 y 16 años, en el sistema escolar y con nociones básicas de lo que es un computador, pero por sobre todo, su interés. Esto, ya que el programa de desarrollo de tres dimensiones incorporaba, además de la ayuda material como es el computador y una conexión a Internet renovable por un año, un curso de capacitación de 8 sesiones que buscaba nivelar los conocimientos de los asistentes del programa para poder hacer buen uso de las herramientas.

“Lo más difícil fue realizar toda esta coordinación en pandemia, teníamos una meta de 100 beneficiados, llegamos a 73 pero con un gran trabajo de articulación local que, de hecho, hizo que los cursos online que preparamos tuvieran una tasa de desarrollo mucho más alta que la del promedio”, nos cuenta Cyntia Soto. También se encontraron con la dificultad de que al investigar se dieron cuenta que no existían cursos de este tipo hechos para niños en situación de vulnerabilidad, por lo que se trabajó en conjunto con Fundación Kodea para desarrollar un programa de capacitación especial para estos beneficiados.

La evaluación

Tras 10 meses de trabajo durante el 2021, que finalizaron con la entrega de insumos y la realización de las capacitaciones, el resultado del programa fue bien recibido. “Nos quedamos con la satisfacción de haber creado un proyecto piloto que incluyera las tres dimensiones de la brecha y comprobamos que no solo puede hacerse, sino que es necesario cubrirlas en el futuro”.

Esto, sobre todo cuando se considera que, al hablar de brecha digital, las cifras hablan de un 70% de la población en Chile con acceso a Internet, pero si es solo a través de un celular, no es lo mismo.

Otra de las lecciones aprendidas es que es vital la articulación público-privada para poder concentrar y entregar los recursos obtenidos a las comunidades que más lo necesitan.

E incluso dentro de la misma compañía, desarrollaron una capacitación para fomentar el desarrollo de las inteligencias digitales para enseñar también los riesgos y cuidados que hay que tomar en el ciberespacio el cual fue elaborado y enseñado por un grupo de voluntarios de la misma empresa.

Tras esta experiencia, Fundación VTR apunta a crear un nuevo programa donde se duplique el número de familias beneficiadas, para lo que hacen un llamado a todos los sectores interesados, ya sea del mundo tecnológico como educativo, a acercarse y colaborar para hacer de la reducción de la brecha digital un problema solucionado por todos y de manera integral. “Lo que más necesitamos es colaboración entre toda la industria y que cada actor entregue lo que mejor sabe hacer y así poder dar una solución cada vez más eficiente al problema de la brecha digital”, agregó.

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