El mundo avanza rápidamente en la digitalización, la inteligencia artificial y la automatización y la participación femenina en las áreas STEM es clave para que esta transformación sea inclusiva e innovadora. No obstante y a pesar de los avances, la brecha de género sigue siendo amplia. Según la UNESCO, solo el 29,3% de quienes hacen investigación a nivel mundial, son mujeres. En Chile la situación es similar. Y eso, a pesar de que las postulaciones femeninas a carreras STEM han aumentado.

Esta nueva edición de Diálogos, titulada “Futuro STEM: Mujeres, Innovación y Educación”, reunió a tres especialistas: Diana Bravo, encargada de la Unidad de Género del Ministerio de Ciencia; Matilde Gaete, CEO de Octa Aerospace y aspirante a astronauta; y Francisco Sepúlveda, gerente general de Caja La Araucana. Este panel compartió sus perspectivas sobre el rol de las mujeres en STEM y las acciones necesarias para superar las barreras que aún persisten.

Uno de los temas clave del conversatorio fue el impacto de los estereotipos de género en la decisión vocacional de niñas y jóvenes. Diana Bravo abordó cómo la socialización desde la infancia influye en las trayectorias de las mujeres en estas áreas: “Los estereotipos de género, que se construyen desde la niñez, condicionan las decisiones académicas y profesionales de las mujeres. Esto no es solo un problema en Chile, sino una cuestión mundial. Para enfrentar estas desigualdades estructurales, es fundamental generar alianzas público-privadas y mejorar los ambientes laborales, que muchas veces son hostiles para las mujeres en áreas STEM”, aseguró.

Por su parte, Matilde Gaete, compartió su experiencia como aspirante a astronauta y CEO de Octa Aerospace, y señaló la importancia de los referentes femeninos: “Yo creo que eso de tener como un referente femenino en estas áreas también es súper importante para las niñas y las mujeres jóvenes cuando recién se quieren empezar a iniciar en estas áreas. Ahora, si bien esa es mi experiencia, reconozco que a nivel mundial ocurre que, aunque más mujeres se gradúan de STEM, en los puestos de trabajo no están ahí. Los obstáculos pueden ser estereotipos de género, educación sexista, entre otros”.

Desde el sector privado, Francisco Sepúlveda destacó la relevancia de las alianzas entre el Estado y las empresas para fomentar la participación femenina en STEM. “Lo que estamos haciendo, por ejemplo, es fondos concursables para que los mismos profesores postulen a laboratorios de ciencia, robótica o biología en colegios vulnerables, donde los alumnos muchas veces no han visto un laboratorio ni usado un microscopio. Queremos generar esas oportunidades desde temprana edad”, afirmó el ejecutivo.

Diana Bravo también enfatizó el compromiso del Ministerio de Ciencia con la equidad de género. “Contamos con acciones de carácter específico y transversales, pero también hemos duplicado las acciones con las cuales se inició el plan de igualdad. Creo que es muy relevante ir mejorando los ambientes que son altamente hostiles para las mujeres en STEM, como los laboratorios, que son espacios muy reservados. Tenemos que asegurarnos de que las mujeres puedan trabajar en ambientes seguros y libres de violencia”, señaló.

Uno de los aspectos destacados de esta edición de Diálogos fue el consenso de seguir trabajando en conjunto para derribar las barreras de género en STEM y que la inclusión de las mujeres en STEM no es solo una cuestión de igualdad, sino de innovación y desarrollo para toda la sociedad.

Matilde Gaete, en una reflexión sobre el futuro, afirmó que “es súper importante entender que las soluciones no van a venir de la mitad de nosotros, sino que requerimos de tener toda la diversidad de ideas. Si queremos abordar los distintos desafíos que tenemos actualmente, la crisis climática, la crisis humanitaria, las soluciones no vendrán solo de la mitad de la población, sino de la diversidad de ideas y perspectivas”.

Finalmente, Sepúlveda subrayó cómo la diversidad y la igualdad en las empresas han generado mejores resultados. “En La Araucana, creemos que al impulsar la participación femenina, hemos encontrado mejores soluciones. Por ejemplo, tenemos un 43% de participación femenina en el directorio y un 50% en la subgerencia. Esto ha dinamizado la discusión y mejorado la toma de decisiones. Incorporar la corresponsabilidad en los cuidados también es un cambio cultural importante para garantizar una mayor igualdad en el desarrollo profesional de las mujeres”, señaló el gerente general.