Chile enfrenta una crisis habitacional. Con un déficit de más de 670 mil viviendas, el hacinamiento, el allegamiento y el arriendo informal afectan tanto a sectores vulnerables como a la clase media. Esta situación ha provocado que el acceso a la vivienda digna sea cada vez más complicado, lo que ha marcado un retroceso histórico: por primera vez, las nuevas generaciones enfrentan condiciones más precarias que las de sus padres.

En este contexto, esta nueva edición de Diálogos titulada “Vivienda para todos: Cómo enfrentar el déficit habitacional en Chile”, organizada por La Tercera y Caja La Araucana, contó con la participación de Carlos Araya, subsecretario (s) de Vivienda y Urbanismo; Sebastián Bowen, director ejecutivo de Déficit Cero; y Francisco Sepúlveda, gerente general de Caja La Araucana. Durante el conversatorio, se reflexionó sobre los avances, las barreras estructurales y las posibles soluciones para abordar esta problemática desde distintas perspectivas.

El subsecretario Araya destacó los avances del Plan de Emergencia Habitacional, que ha logrado la entrega de 163 mil viviendas hasta noviembre de 2024. Sin embargo, reconoció que alcanzar la meta de 260 mil viviendas es solo una parte del trabajo: “Estamos generando un sistema robusto que trascienda esta administración. Lo que también queremos en el corto plazo es ir avanzando como el Plan de Emergencia evoluciona hacia un sistema de acceso a la vivienda robusto que incorpore todas las variables y los organismos del Estado y al sector público privado”.

Por su parte, Sebastián Bowen enfatizó que la vivienda es mucho más que un techo: “Una casa no es solo una casa; es un lugar donde construir futuro. Es dignidad, seguridad y autoestima. Resolver el déficit habitacional no solo impacta en el plano social, sino también en el económico y el medioambiental. Hay un proyecto concreto de futuro y necesitamos alianzas público-privadas para movilizar los recursos y generar cambios estructurales”. Además, subrayó la importancia de atraer inversión privada y habilitar suelos urbanos para aumentar la oferta habitacional.

Desde el sector privado, Francisco Sepúlveda planteó cómo las Cajas de Compensación pueden ser un actor clave en este desafío: “Hoy día el tema de la vivienda es una preocupación prioritaria para nuestras familias. Nos interesa apoyar a nuestros afiliados desde orientarlos en la postulación a subsidios hasta facilitarles herramientas financieras, como el ahorro para el pie. Como institución, estamos buscando soluciones que respondan a las necesidades habitacionales reales de las personas”.

El conversatorio también abordó la urgencia de implementar modelos innovadores como las concesiones de arriendo subsidiado y el desarrollo de viviendas industrializadas. Además, Araya subrayó que “lo que hemos definido es que el diagnóstico de las necesidades al ser múltiples requieren diversos caminos y por lo tanto ahí, como bien lo dice el Plan de Emergencia, hay alternativas para proveer la vivienda en propiedad a través de los canales tradicionales, pero también hemos abierto otras líneas de trabajo como viviendas para trabajadores, el arriendo a precio justo, la vivienda rural”.

En esa línea, Sepúlveda señaló que”también se debe poner sobre la mesa la sostenibilidad de estas nuevas viviendas. Incorporar sistemas de eficiencia energética y tecnologías más modernas nos permitiría construir viviendas más accesibles y adaptadas a las necesidades actuales”.

Diálogos cerró con una reflexión unánime: la solución al déficit habitacional requiere un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados. Como concluyó Bowen: “Un proyecto de futuro para el país pasa por garantizar que todas las familias tengan un lugar digno donde vivir, porque desde la vivienda se construye el resto de la sociedad.”