Estas son las 13 Universidades acreditadas en nivel de excelencia en Chile
Estos planteles de educación superior están reconocidos por la Comisión Nacional de Acreditación, por siete y seis años en las áreas de gestión institucional, docencia de pre y posgrado, vinculación con el medio e investigación. Según autoridades de dichas casas de estudios, conseguir una acreditación, más aún una por excelencia, es una garantía de calidad que tranquiliza a estudiantes y sus familias, ya que da cuenta del cumplimiento de altos estándares por parte de las instituciones y de su sustentabilidad futura. Del alrededor de 60 universidades chilenas, hoy solo 13 están en este nivel. La última en ingresar a este selecto grupo es la Universidad Andrés Bello.
Sólo 13 universidades chilenas tienen el privilegio de contar con la máxima acreditación otorgada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), ente regulador de todas aquellas instituciones de educación superior reconocidas por el Estado. Los 13 planteles cuentan con lo que se denomina “nivel de excelencia”, es decir, están acreditados por seis o siete años porque se proyectan con un alto grado de calidad.
Otras acreditaciones se entregan por hasta tres, cuatro y cinco años -niveles básico y avanzado-, dependiendo de la mejora continua de las instituciones.
La acreditación cobra especial importancia en estos días, cuando más de 275 mil personas que rendirán la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) están haciendo el trabajo de preseleccionar universidades.
Erika Castillo, vicepresidenta de la CNA, señala que es clave verificar si la casa de estudios cuenta con acreditación, “porque significa que ha desarrollado un proceso de autoevaluación sobre la gestión, formación, docencia, vinculación con el medio e investigación, y ha recibido visita externa. El proceso concluye con un pronunciamiento del pleno de la CNA, que, en su conjunto, evalúa el cumplimiento de criterios de calidad exigidos por la Ley de Educación Superior. Por lo anterior, una acreditación es una garantía de calidad que da tranquilidad a los estudiantes y sus familias”.
La acreditación también influye en los beneficios que puede obtener el alumno. Si el plantel está acreditado, puede optar a beneficios estatales como becas, crédito con aval del Estado (CAE) y, por supuesto, a la gratuidad, siempre y cuando la institución esté adscrita a este beneficio. “Por eso es muy importante que los estudiantes se informen oportunamente -recalca Erika Castillo-, para lo cual hemos dispuesto desde hace algunos años la web ojodondeestudias.cl (también en Instagram y Facebook), en un lenguaje cercano y de fácil comprensión, donde en sólo tres pasos pueden ver la situación de acreditación de la universidad, instituto profesional o centro de formación técnica”.
Las 13 instituciones que cuentan con el nivel de excelencia, según los datos de la CNA, son:
· Pontificia Universidad Católica de Chile, con 7 años
· Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con 7 años
· Universidad de Chile, con 7 años
· Universidad de Concepción, con 7 años
· Universidad de Santiago de Chile, con 7 años
· Universidad Andrés Bello, con 6 años
· Universidad Adolfo Ibáñez, con 6 años
· Universidad Austral, con 6 años
· Universidad Católica del Norte, con 6 años
· Universidad de la Frontera, con 6 años
· Universidad de Talca, con 6 años
· Universidad del Desarrollo, con 6 años
· Universidad Técnica Federico Santa María, con 6 años
EL GRUPO
La más reciente acreditación, hace sólo unos días, ubicó a la Universidad Andrés Bello (UNAB) en el selecto grupo de las 13 universidades con nivel de excelencia, al ser reconocida en todas las áreas: Gestión institucional; Docencia de Pregrado; Docencia de Postgrado; Vinculación con el Medio, e Investigación. Fue acreditada por seis años y junto con las universidades Adolfo Ibáñez y Del Desarrollo son las únicas privadas no tradicionales en tal nivel.
El rector de la UNAB, Julio Castro, indica que “la Comisión Nacional de Acreditación ratificó algo por lo que nosotros como comunidad venimos trabajando hace décadas, y que es el compromiso férreo con la calidad. Esta acreditación nos pone en el nivel de excelencia de la CNA, es decir, dentro del selecto grupo de las mejores universidades de Chile. Es un paso que nos genera orgullo y que nos da pie para iniciar una nueva etapa con más desafíos”.
Esta acreditación institucional, la quinta que recibe la UNAB, se da en un momento de grandes retos. “El próximo año entra en vigor nuestro nuevo Plan Estratégico Institucional, el cual mira el futuro con ambición y profundiza nuestro compromiso con entregar más y mejores oportunidades para nuestros estudiantes, apegándonos estrictamente a la calidad de la formación, innovando y conectándonos más con nuestro entorno. Somos y queremos seguir siendo un aporte para el desarrollo de nuestra comunidad y el país”, detalla el rector Castro.
Otra reciente acreditación es la de la Universidad Austral de Chile, conseguida en septiembre pasado, por un período de seis años. Este reconocimiento, explica su rector, Hans Richter Becerra, se traduce en un sello de calidad que garantiza al alumno tener la certeza de que accede a una institución de máxima calidad, sustentable en el tiempo y con altos estándares. “Es una garantía pública de calidad para el medio nacional e internacional, y en la práctica se plasma para el estudiante en la posibilidad de acceder a un ambiente universitario de primer nivel, en su formación de pregrado y posgrado, vinculado a docentes de alto nivel y académicos vinculados a investigación local y global. A ello se suma la oportunidad de movilidad estudiantil a universidades de diversos países”.
La Universidad de Talca también está acreditada por seis años. Su rector, Carlos Torres Fuchslocher, señala que este hecho “implica que somos garantes, no sólo con nuestros estudiantes, sino con toda ciudadanía, de una gestión integral de excelencia, de un compromiso con nuestro rol público, y de una cultura de la calidad que promueve el mejoramiento continuo en todos los ámbitos de nuestro quehacer”.
En enero de este año la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) obtuvo siete años de acreditación institucional en todas las áreas. La casa de estudios participó en 2004 en el primer proceso voluntario llevado adelante por la entonces Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado, en calidad de proceso piloto, obteniendo cinco años de acreditación en todas las áreas acreditables de aquella época. En 2016 logró seis años de acreditación en todas las áreas. “Desde esa fecha –dice su rector, Nelson Vásquez Lara- hemos instalado procesos permanentes de autoevaluación institucional y de carreras y programas, además de sucesivos planes de desarrollo estratégico que han ido delineando el rumbo institucional hacia una permanente búsqueda de la mejora continua y de la excelencia en todos los ámbitos de nuestro quehacer”.
La Universidad de Concepción (UdeC) obtuvo su acreditación por siete años en 2016 y fue la primera casa de estudios fuera de Santiago en obtenerla. Jorge Dresdner Cid, director de Desarrollo Estratégico, indica que esto les ha permitido “potenciar el área de investigación con mecanismos de aseguramiento de la calidad que tienden a un sostenido desarrollo, y esto se ve reflejado, por ejemplo, en los proyectos institucionales con la Subsecretaría de Educación Superior”.
GARANTÍA DE CALIDAD
De acuerdo con información de la CNA, la acreditación es un proceso obligatorio al que se someten las instituciones de educación superior autónomas, así como las carreras de pregrado, programas de postgrado y especialidades del área de la salud que imparten para contar con una certificación de calidad de sus procesos internos y sus resultados. En el caso de las carreras de Medicina, Odontología y Pedagogía, la acreditación es obligatoria.
La acreditación institucional certifica el cumplimiento del proyecto del plantel, y la existencia, aplicación y resultados de mecanismos eficaces de autorregulación y de aseguramiento de la calidad. La acreditación de carreras, en tanto, certifica la calidad en función de sus propósitos declarados y de los criterios establecidos por las respectivas comunidades académicas y profesionales.
La CNA puede acreditar una institución por períodos que van de uno a siete a años. En la medida en que los mecanismos de aseguramiento de calidad son más sólidos y obtienen mejores resultados, mayor cantidad de años de acreditación recibe el plantel. Si bien en Chile existen 178 instituciones de educación superior, sólo 81 están acreditadas. Y de éstas, el 60% lo está por cuatro años o más.
El prorrector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Guillermo Marshall, destaca la labor hecha por la CNA, entidad que acreditó a la PUC por siete años. “La acreditación de las universidades ha tenido un impacto en los procesos de planificación estratégica de las instituciones de educación superior; ha fomentado el desarrollo de capacidades de análisis institucional y una mayor participación de los diferentes estamentos en la gestión y la toma de decisiones, y ha promovido una más estrecha relación con egresados y empleadores. Todo ello se ha traducido en la implementación de diversos mecanismos de aseguramiento de la calidad que trascienden los meros procesos de acreditación. La adecuada articulación de estos diferentes mecanismos y procesos conforman el sistema interno de aseguramiento de la calidad de cada institución, clave para su funcionamiento y desarrollo”.
La vicepresidenta de la CNA explica que el modelo de acreditación experimentó un cambio muy sustancial con la reforma de 2018. La acreditación institucional pasó a ser obligatoria, al igual que la acreditación de los doctorados y de las carreras de Medicina, Odontología y Pedagogía (aunque estas últimas eran de acreditación obligatoria desde el 2016). “Por otro lado -acota-, la acreditación institucional ya no va a ser por áreas obligatorias y voluntarias, sino que integral, lo que conlleva la evaluación de todas las dimensiones del quehacer de la institución, incluyendo la Vinculación con el Medio como obligatoria desde 2025, y la Investigación, Creación o Innovación para las instituciones que opten a acreditación máxima. A ello se agrega la evaluación de una muestra intencionada de carreras y programas como parte de la acreditación institucional”.
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