Fondecyt 2022: Los resultados que marcan a la investigación científica en Chile

Uno de los factores que determina el desarrollo económico y la superación de la pobreza en un país, es la investigación científica. No por nada universidades como Harvard, Stanford y Berkeley -líderes en el desarrollo de nuevo conocimiento- han contribuido a que Estados Unidos sea un líder mundial no solo en lo económico, sino que también en lo tecnológico.

En Chile el aporte del Estado a la investigación científica es solo del 0,36% del PIB, por lo tanto, universidades y comunidades científicas deben recurrir cada año a fondos nacionales e internacionales para financiar sus proyectos de investigación. Uno de los más importantes en nuestro país es el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), instrumento creado en 1981 con el objetivo de estimular y promover el desarrollo de investigación científica y tecnológica en el país.

Este año, nuevamente varias universidades públicas y privadas de nuestro país se adjudicaron Fondecyt en distintas áreas del conocimiento. Al respecto, Aisén Etcheverry, directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) comparte que: “Logramos aumentar el número de proyectos con recomendación de adjudicación, llegando a 610 para el año 2022. Estos proyectos cubren todas las áreas del conocimiento, incluyendo el grupo de transdisciplina-interdisciplina que este año logró 26 proyectos. Fondecyt es uno de los pilares sobre los que se construye el conocimiento científico y, al igual que en años anteriores deseamos mucho éxito a los y las investigadores adjudicados”.

Sobre el impacto del Fondecyt en las comunidades universitarias, Francisca Blanco, directora general de investigación de la Universidad Andrés Bello, señala que: “Es el principal instrumento de financiamiento externo a nivel nacional para el desarrollo de investigación de frontera (en todas las áreas del conocimiento) al interior de universidades chilenas. Gracias a estos recursos, los/as investigadores/as pueden avanzar en la generación de nuevo conocimiento, lo que se traduce principalmente en el aumento de la productividad científica institucional y en el aporte que como universidad hacemos al país”.

La académica cuenta que, durante los últimos cinco años, la UNAB se ha posicionado entre el quinto y el noveno lugar a nivel nacional en cuanto a las adjudicaciones de proyectos Fondecyt, logrando con esto generar impacto en la calidad y volumen de la producción científica y el conocimiento.

En total, este año la UNAB logró la adjudicación de 41 propuestas en los tres concursos (Fondecyt iniciación, regular y postdoctorado), ocupando el lugar n°7 de las universidades con más cantidad de proyectos.

En el caso de la Universidad de Chile, aproximadamente el 60% del financiamiento de las investigaciones proviene del Fondecyt. Así lo explica Flavio Salazar, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Casa de Bello y nuevo ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile nombrado por el Presidente electo Gabriel Boric, quien sostiene que: “Claramente la universidad se ve beneficiada en el sentido de que cada uno de los proyectos causan un impacto a nivel nacional con respecto a una disciplina determinada, y forman estudiantes de postgrado, ya sea de magíster o doctorado”.

Esta universidad obtuvo un total de 196 proyectos adjudicados en 2021 (postdoctorado, regular e iniciación), siendo la primera universidad con más proyectos adjudicados en el proceso.

Una opinión similar es la que tiene Mylthon Jiménez, vicerrector de Investigación, Desarrollo y Creación Artística de la Universidad Austral de Chile quien comparte que tener recursos para investigación eleva la formación académica de los estudiantes de pre y postgrado de una sociedad. “Cuando nuestros estudiantes son formados por los mejores investigadores del país, ellos reciben de primera mano capacidades que los ubican en la frontera del conocimiento, algo muy difícil de lograr simplemente con un libro. La experiencia que entregan los y las investigadoras a nuestros estudiantes es académicamente invaluable”.

Según los datos entregados por ANID, la Universidad Austral obtuvo 69 proyectos adjudicados, ocupando el puesto n°4 entre las universidades con más proyectos.

El tiempo que tienen los académicos para investigar es variable, sin embargo, una vez terminado este periodo el responsable del proyecto tiene la obligación de realizar publicaciones en revistas de corriente principal, en la que debe dar a conocer los resultados de su estudio. Esto es parte del proceso de un proyecto Fondecyt y para que los investigadores puedan cumplir con los plazos, deben recibir el apoyo de sus instituciones.

En el caso de la Universidad Andrés Bello, el Vicerrector de Investigación y Doctorado, Ariel Orellana, cuenta que “a los investigadores les entregamos la infraestructura para que puedan desarrollar sus proyectos. En el caso de lo que es investigación experimental, por ejemplo, se han desarrollado los laboratorios de investigación. Por lo general las instituciones han generado muchos metros cuadrados de espacio de laboratorio para que se puedan desarrollar los estudios que están financiados con proyectos Fondecyt”.

La Universidad Austral de Chile también entrega infraestructura de primer nivel a sus investigadores. Así lo cuenta Jiménez quien comparte que: “La UACH posee más de 4 mil hectáreas de predios y más de 10 estaciones de campo (estaciones agrícolas, bosques de alto valor de conservación, hospital veterinario, estaciones marinas costeras, etc.), lugares únicos que funcionan como laboratorios naturales”.

Lo cierto es que el desarrollo científico y tecnológico requiere de muy buenos investigadores, pero también de recursos. Por eso, contar con el apoyo de sus universidades y de más fondos que apoyen sus investigaciones todavía es un tema pendiente.

“Yo soy más de la idea que debe producirse una diversificación de los fondos, de tal manera que los Fondecyt no sean un único foco de financiamiento tan competitivo, sino que, dependiendo de los diferentes perfiles y de la investigación asociativa o regional, podamos optar a distintos fondos de proyectos. Eso va a generar una menor presión en un solo instrumento como lo es Fondecyt”, sostiene Flavio Salazar.

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