“Cuando me quedé sin trabajo, fue como ‘Ya, tengo mi herramienta de trabajo, la compré para esto. Tengo mi auto’”, Constanza Pino, socia conductora de Uber. “Me encanta manejar. Ha sido gratificante conectarme a Uber (con la función) Ellas. Me encanta manejar. A nosotras no nos puede limitar que la sociedad nos diga que ser chofer es algo de hombre, es completamente erróneo. Y aquí estamos nosotras para demostrar eso”, Constanza Pino, socia conductora de Uber.
“Me gusta demostrar que sí puede haber profesionalismo. A pesar de que muchos caen por una necesidad a la aplicación, porque no tienen otra manera de generar dinero. Pero eso no significa que lo tienes que hacer mal”, Constanza Pino, socia conductora de Uber. Uno (arriba del auto) hace de psicólogo a veces, de comediante. Te toca de todo dependiendo de cómo esté la persona”, Constanza Pino, socia conductora de Uber. “Lo mejor que tiene Uber es que tú puedes ordenar tus tiempos. Da para solucionar algún problema y después seguir manejando. Y cuando uno estudia es súper flexible el horario, a mí me ayudó mucho que sea así”, Milka Morales, socia conductora de Uber. “Me acuerdo que estaba trabajando y me llegó una notificación: ese mismo día se implementaba (la función) Uber Ellas. Dije ‘Ya, lo voy a utilizar a ver qué tal’. A las primeras que tomé fue a unas chicas que estaban muy contentas, llegaban a gritar de felicidad: ‘¡Genial que eres mujer!’”, Milka Morales, socia conductora de Uber. “Cuando comenzó la pandemia, ninguno (de los repartidores) nos conocíamos. Pero fuimos haciéndonos amigos. Ahora es un lazo familiar grandísimo. Nos ayudamos, nos echamos la mano. Entre todos hemos salido adelante”, Willy Pernalete, socio repartidor de Uber Eats. “Tenemos hasta un grupo de WhatsApp, donde nos ayudamos si alguno anda en una zona que necesita algo. Nos escribimos, si alguno se pincha (la bicicleta). Siempre estamos disponibles y atentos para ayudar a algún compañero”, Willy Pernalete, socio repartidor de
Uber Eats.
“La pandemia fue una etapa bastante dura, pero pudimos adaptarnos bien a este cambio”, Willy Pernalete, socio repartidor de Uber Eats. "La pandemia cambió la forma en que trabajábamos. El Huerto es un restorán bien antiguo. El año pasado cumplimos 40 años y partimos con el delivery hace poco tiempo. Pero a partir de abril empezamos a vivir solamente del delivery”, Diego Fliman, socio de Restaurant El Huerto. “Gracias a esta aplicación (de delivery) pudimos mantenernos vivos hasta el momento de la reapertura de las mesas”, Diego Fliman, socio de Restaurant El Huerto. “Había algunas generaciones que no nos conocían y que gracias a Uber Eats han llegado. Les gustó y cuando empezaron a abrir las mesas dicen ‘nunca había venido, pero pedí por Uber Eats y me encantó. Ahora vengo a comer acá’”, Diego Fliman, socio de Restaurant El Huerto.
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