Mauricio Molina comenzó su amor por las dos ruedas desde muy pequeño. Fascinado inicialmente por las motos, descubrió la pasión de las bicicletas y se quedó con el BMX. “Cuando conocí la pista de bicicross, me sentí aún más desafiado”, recuerda en esta entrevista. El destacado ciclista de BMX Racing relata que su primera competencia sucedió apenas semanas después de comenzar a entrenar, y aun así consiguió su primera victoria.

El número 7 del mundo en la categoría Elite revela que su sueño era participar en los Juegos Olímpicos desde que el BMX se convirtió en disciplina olímpica en 2008. “Siempre he soñado con llegar a los Juegos Olímpicos. Cada día me levantaba pensando en eso,” comenta. Y ahora ese sueño se concretó, aunque con un sabor agridulce: el chileno alcanzó las semifinales tras una brillante actuación, pero una caída le produjo una fractura de clavícula y tuvo que retirarse. Sin embargo, la pasión de Molina ya lo tiene pensando en Los ángeles 2028.