Otro paso hacia la sustentabilidad: así es el primer colchón circular de Chile
Con el objetivo de disminuir el impacto medioambiental, Rosen lanzó un colchón circular con materiales que pueden ser reciclados y reutilizados en su totalidad: acero y poliéster.
Disminuir el impacto medioambiental y avanzar en procesos cada vez más sustentables es uno de los aspectos que ha tomado cada vez más fuerza para algunas marcas. A medida que la crisis climática se vuelve una de las principales preocupaciones para la sociedad, cada vez son más las compañías que han comenzado a tomar medidas para hacerse responsables de su impacto ambiental y así reducir su huella de carbono.
“Nos hemos propuesto una meta exigente, queremos reducir un 50% la huella de carbono al 2030″, enfatiza Agustín Alfonso, gerente general corporativo de Rosen, marca chilena de soluciones para el descanso comprometida con la sustentabilidad. “Es por eso que hemos trabajado en esta dirección durante la última década, a través de políticas para mejorar el bienestar y desarrollo humano, así como también, implementando tecnologías y procesos que han permitido la reutilización de materiales de descarte, logrando reintroducir a nuestras líneas productivas más de 15 mil toneladas”, complementa Alfonso.
Para Constanza Modinger, Líder de ESG y Estrategias de Edge –consultora de sustentabilidad–, “si se quiere ser una organización que se mantenga en el tiempo y que sea atractiva para clientes, colaboradores e inversionistas, debe empezar a hacerse cargo de los impactos al medioambiente, en las comunidades y en los colaboradores”. A eso, Modinger agrega que “lo primero es entender dónde están mis impactos. Si soy una empresa productiva, lo más probable es que gran cantidad de mis impactos estén, por ejemplo, en la compra de materias primas, entonces debo trabajar con mis productos, con mis proveedores para empezar a disminuir ese impacto”.
Ese se transformó en uno de los objetivos de Rosen. Por eso, lanzaron el primer colchón circular del país, el cual solo incluye materiales con potencial de reutilización y/o reciclaje (acero y poliéster), lo que permite que una vez terminada la vida útil del colchón, los materiales que lo componen puedan reintegrarse a otros procesos productivos, evitando así que se trasformen en residuos.
“Nuestro desafío fue encontrar materiales que permitieran fabricar un producto 100% circular, que en este caso son reutilizables y/o reciclables, sin sacrificar el confort y la calidad que nos caracteriza. Eso se logró con poliéster y acero”, dice Agustín Alfonso. Precisamente, el objetivo de estos materiales es que sean fáciles de reutilizar: los resortes de acero que contiene este colchón –llamado “CERO”– se pueden fundir fácilmente para dar con otros productos o incluso en la creación de nuevos colchones, mientras que el poliéster se puede descomponer para crear pellet y darle una nueva vida.
Alfonso narra los pormenores que llevaron al lanzamiento del nuevo colchón CERO. “La primera meta que nos fijamos fue investigar en el mundo qué tecnologías estaban disponibles para alcanzar el menor impacto medioambiental. Con ese desafío comenzamos a repensar nuestro modelo industrial para salir del flujo lineal y establecer uno que nos permitiera disminuir los residuos del origen, mantener los materiales en el ciclo técnico el mayor tiempo posible y regenerar los sistemas naturales”, explica
El gerente general remarca que uno de los principales desafíos con los que se encontraron fue que existe poca evidencia empírica sobre el tema en particular, por lo que este lanzamiento no fue fácil. “Ha sido un largo período de estudio y desarrollo silencioso, donde nuestro equipo de Innovación logró el objetivo propuesto, identificando la tecnología e ingeniería de producto que nos permite actualmente usar materiales con atributos sustentables 100% circulares, sumando los beneficios de comodidad, calidad y durabilidad que nuestra marca entrega”, detalla Agustín Alfonso.
Precisamente, el objetivo de Rosen era dar con características especiales para este producto. Por eso, luego de toda esa investigación validaron que el poliéster permitía obtener características de elasticidad y autorregulación térmica, mientras que el acero ofrecía una durabilidad superior a otros materiales, extendiendo la vida útil.
Eso sí, este nuevo producto no es una acción aislada, pues la marca nacional puso en marcha su estrategia de sustentabilidad llamada “Sueños Conscientes”, que contempla proyectos, metas y acciones divididas en tres ejes: “Descanso para el planeta”, que busca disminuir el impacto ambiental de los procesos productivos y modelo de negocios; “Soñemos en comunidad”, que tiene como objetivo construir una cultura de sustentabilidad al interior de la empresa, y relaciones justas y transparentes con proveedores, clientes y comunidad en general; y “Respaldo de confianza”, que apunta a tener proyectos e iniciativas transparentes y enmarcadas en redes de colaboración con organismos del sector público y privado.
Agustín Alfonso detalla que han medido desde el año 2019 anualmente su huella de carbono, y han identificado que más del 90% corresponde a emisiones indirectas que provienen de la cadena de valor. Por eso, han reforzado la tarea de trabajar con los distintos actores, en especial con los proveedores, para establecer alianzas, compromisos y flujos de gestión que permitan disminuir esta huella.
Por eso, adelanta que “hemos implementado iniciativas para contar con energías provenientes de fuentes renovables. Este año nuestro centro de distribución de Santiago comienza con la generación a través de paneles solares, lo que nos ayudará a abastecernos en un porcentaje importante de energías limpias. Esto se suma a que la mayor parte de nuestras operaciones industriales provienen de energías limpias”.
Bernardita Díaz, gerente general de Sustrend, complementa que “el concepto de productos sustentables no solo tiene que ver con la tasa de reciclabilidad de la materialidad de ellos, sino que con su creación, entendiendo principalmente el ecodiseño desde su origen, entendiendo la extracción y origen de las materias primas, su fabricación, logística, distribución y reintegración en su finalización de ciclo de uso en otra cadena productiva”.
Constanza Modinger, Líder de ESG y Estrategias de Sustentabilidad Edge, añade que “la sustentabilidad va de la mano con mirar y hacer las cosas de manera diferente para así ser por ejemplo más eficientes en el uso de recursos o involucrar más a las comunidades. La innovación es clave porque va a permitir comenzar a pensar en hacer las cosas distintas y en ese proceso se puede generar mucho valor, tanto para crear un producto, pero también para impactar en las comunidades y a los colaboradores de la organización”.
“Necesitamos más actores comprometidos e involucrados en el camino de la sustentabilidad. Debemos sumar experiencias y colaboraciones, ya que entre todos sin excepción, podremos contribuir a tener un mejor planeta.”, dice Alfonso.
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