Cáncer a la piel: cómo enfrentar la enfermedad que ha crecido un 40% en la última década

Quemadura sol
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes a nivel mundial, y Chile no es la excepción, donde 9 de cada 10 diagnósticos se originan por la alta exposición a la radiación UV.

Es uno de los tipos de cáncer más comunes en Chile, con cifras alarmantes que incluyen un récord de 560 fallecimientos en 2023. Los expertos de la UNAB, SOCHIDERM y el Observatorio del Cáncer llaman a extremar las medidas de prevención frente a la alta radiación UV, especialmente en un contexto marcado por el cambio climático y las olas de calor extremas.


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Aún queda verano por delante y las olas de calor seguirán siendo un problema para millones de chilenos. Acaba de terminar 2024, el año más caluroso del que se tenga registro hasta la fecha, con temperaturas globales que superaron por primera vez los 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales.

La información compartida por la NASA y el Servicio de Cambio Climático Copernicus se suma a otros récords locales, con Santiago sumando ocho días con temperaturas por sobre los 35°C.

Ante una temporada donde la exposición excesiva al sol parece ser inevitable, vuelven las alertas de expertos ante los efectos negativos que puede tener en la sociedad independiente de su edad.

La advertencia es fundamentada. El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes a nivel mundial, y Chile no es la excepción, donde 9 de cada 10 diagnósticos se originan por la alta exposición a la radiación UV.

Hay múltiples factores ambientales y geográficos que condicionan que Chile tenga una mayor exposición a la radiación ultravioleta, como el ángulo de incidencia del sol y fenómenos como El Niño, que influyen en el comportamiento climático.

Además, debemos considerar el impacto que todavía tiene el adelgazamiento de la capa de ozono. A pesar de que gracias al Protocolo de Montreal esta se ha ido recuperando, estudios recientes publicados por la National Geographic muestran que su restauración completa podría tardar hasta el año 2076.

Agujero de la capa de ozono
A pesar de que la capa de ozono se está recuperando gracias al Protocolo de Montreal, estudios recientes muestran que su restauración completa podría tardar hasta el año 2076.

Los alarmantes datos locales

“Las temperaturas en verano son cada vez más altas. El deterioro de la capa de ozono aumenta el daño que los rayos UV pueden generar en la piel”, explica Karen Caro, docente de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello (UNAB).

Este fenómeno ha llevado a un incremento preocupante en los casos de cáncer a la piel en Chile, con un aumento del 40% registrado en 2023. Además, el país alcanzó un récord de 560 fallecimientos por esta causa, la cifra más alta en los últimos 21 años.

Un fenómeno que sólo parece agravarse con el paso del tiempo. Alicia Aravena, directora ejecutiva del Observatorio del Cáncer, cita un estudio publicado en la revista Bulletin of the American Meteorological Society, que reveló que Chile posee la región con la mayor radiación solar registrada en el planeta, comparable a las condiciones extremas de Venus.

Esta situación se da principalmente en el desierto de Atacama, aunque en los últimos años también se ha detectado un aumento significativo de radiación en nueve regiones, desde Arica hasta el Maule, afectando incluso zonas del sur como La Araucanía y Los Ríos.

Ante ello, Aravena señala que “nuestra diversidad geográfica invita a que tomemos el cáncer con una perspectiva regional. Debemos abordar el cuidado de la piel”.

Complementando esa visión, el Dr. Nelson Lobos, presidente de la Comisión de Piel y Melanoma de la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereologia (SOCHIDERM) y miembro de la Comisión de Cáncer del Minsal, añade que, en lugares como La Serena o Punta de Choros, una persona puede quemarse “hasta dos veces más rápido” que en Santiago.

Desierto de Atacama
Chile posee la región con la mayor radiación solar registrada en el planeta, comparable a las condiciones extremas de Venus. Esta situación se da principalmente en el desierto de Atacama.

¿Hay conciencia sobre estos riesgos en la población?

A pesar de las advertencias, el dermatólogo Lobos asegura que es poca la prevención que toman los chilenos en estas fechas. Sin embargo, reconoce que es más común que las personas busquen consultas preventivas, especialmente las mujeres.

El experto considera que hay una subvaloración de la exposición solar cotidiana. “Una de las cosas que más nos llama la atención es que la gente no entiende el impacto que tiene el sol en la generación del cáncer de piel”, argumentando que muchos piensan que porque no toman sol directamente están a salvo, mas no cuentan el tiempo en la calle en actividades diarias, que es igual de peligroso.

De hecho, el cáncer de piel suele aparecer entre los 50 y 60 años. Sin embargo, existe un aumento de casos en personas más jóvenes debido a la exposición solar recreativa, principalmente por deportes como trekking o caminatas.

Si nos enfocamos solo en la capital, los índices UV en Santiago llegan a niveles 13-14 en verano, lo que es extremadamente alto. Cifras que hacen a Lobos recomendar que “las personas eviten actividades al aire libre”.

Además, la radiación solar tiene efectos acumulativos, siendo dos los tipos principales de radiación UV que afectan la piel: el UVA, que penetra profundamente y genera radicales libres, “contribuyendo al envejecimiento y el cáncer de piel de forma indirecta”.

El otro es el UVB, que según Lobos es “más peligroso”, porque daña directamente el ADN de las células de la piel, y su efecto acumulado puede llevar al desarrollo de cáncer.

A eso, hay que explicar que no existe solo un tipo de cáncer a la piel. Los principales son tres, y estos comparten que todos tienen buen pronóstico si se detectan en etapas tempranas.

Uno es el “Carcinoma basocelular”, el más común y generalmente se relaciona con exposición solar crónica. El segundo es el “Carcinoma espinocelular”, también asociado a exposición solar prolongada. Puede ocasionar metástasis en casos raros, sobre todo en pacientes inmunosuprimidos.

Trekking senderismo
El cáncer de piel suele aparecer entre los 50 y 60 años. Sin embargo, existe un aumento en personas más jóvenes debido a la exposición solar recreativa, principalmente por deportes como trekking o caminatas.

Otro tipo de cáncer es el “Melanoma” que, a diferencia de los carcinomas, tiene un componente genético importante. Se asocia a quemaduras solares intensas durante la infancia y no siempre al sol. Por ejemplo, puede aparecer en mucosas, uñas o zonas sin exposición solar. “La tasa de mortalidad por melanoma en Chile es casi el doble del promedio mundial”, destaca Aravena.

Bloqueador solar versus protector solar

Los consejos que más se repiten van más allá de los actos cotidianos, como usar “bloqueador solar”. Nelson Lobos, de SOCHIDERM, explica que dicho término genera confusión, razón por la que el Minsal cambió la nomenclatura, porque induce una falsa sensación de seguridad, siendo correcto el término “protector solar”.

“Muchas personas aún creen que, al usar un bloqueador, están completamente protegidas, lo cual no es cierto”, expresa, en alusión a la Resolución Exenta N.º 000193 del Instituto de Salud Pública (ISP), que establece criterios específicos para la rotulación de productos cosméticos destinados a la protección solar.

Dicha normativa prohibió el uso de otras expresiones como “Protección 100% frente a la radiación UV”, “Bloqueador solar” o “protección total” y “Bronceado seguro” en las etiquetas de estos productos.

Volviendo a los consejos, incluso con protector solar bien aplicado, hasta un 15% de los rayos solares puede atravesarlo. Además, para lograr la protección adecuada, se deben usar 30 gramos, equivalente a un vaso de tequila o a 6 y 8 cucharadas de crema por todo el cuerpo. “Muy pocas personas aplican esa cantidad, y además debe reaplicarse cada hora”, aconseja.

Si bien existen varios tipos de protectores, ninguno garantiza una protección absoluta. Por eso, la recomendación es evitar la exposición solar cuando los índices UV superen los 8, lo que en Chile ocurre durante casi todo el verano.

¿Cómo cuidarnos?

El Observatorio del Cáncer acaba de lanzar una campaña de prevención en colaboración con instituciones afines. Alicia Aravena enfatiza que abordar esta enfermedad trae no solo un alto costo económico, considerando que no todos los tipos de cáncer están cubiertos por el sistema público, sino que hay un desgaste mental por lo que significa para una familia enfrentar situaciones de este tipo.

protector solar
Incluso con protector solar bien aplicado, hasta un 15% de los rayos solares puede atravesarlo. Se recomienda usar protector con factor 30 o superior durante todo el año.

“Nuestro país tiene condiciones excepcionales que requieren una mirada estratégica que den conducción a que sea prevenido y cubierto”, asegura.

Ante ello, Karen Caro, académica de la UNAB, pone énfasis en la necesidad de ver lesiones sospechosas producto de la radiación. “Si no cicatrizan, sangran, pican o duelen deben ser evaluadas por un especialista”, expresa.

A ello, suma el autoexamen de lunares. La docente recomienda el método ABCD para evaluarlos. A por Asimetría, si el lunar no es uniforme; B por los si existen bordes irregulares; C de color por si presentan tonos variados o extraños como rojo, azul o blanco; y D de diámetro, si estos superan los 6 milímetros.

Nunca está demás recalcar que el autoexamen debe venir acompañado de la visita a un dermatólogo, que es el profesional que realizará un diagnóstico preciso.

La prevención, añade la especialista de la Universidad Andrés Bello, incluye evitar la exposición al sol entre las 11 y las 16 horas, usar protector con factor 30 o superior durante todo el año, y proteger la piel con ropa adecuada, sombreros y lentes con filtro UV. “El daño por exposición al sol es acumulativo, y el tabaquismo también aumenta el riesgo de cáncer a la piel, especialmente en mucosas”, agrega.

Ante el cambio climático y el aumento de la temperatura, cuidar la piel, el órgano más grande del ser humano, es una responsabilidad diaria, especialmente ante los riesgos anteriormente expuestos.

Alicia Aravena, del Observatorio del Cáncer, sentencia que la fotoprotección constante puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel no melanoma en aproximadamente un 40%, y en un 50% el del tipo melanoma. La educación y la autoconciencia son las mejores herramientas para combatir un flagelo que solo amenaza con aumentar.

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