El científico que quiere convertir a Chile en actor crucial de la investigación nuclear

Jilberto Zamora

Chile tiene aspiraciones de subir de nivel y transformarse en un Estado asociado del CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear. La colaboración entre las universidades nacionales y uno de los centros de investigación científica más importantes del mundo se remonta algunos años atrás y Jilberto Zamora, académico de la Universidad Andrés Bello, ha acompañado el proceso mientras desarrolla parte de sus interesantes investigaciones allá.


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Jilberto Zamora, subdirector del Centro Teórico y Experimental de Física de Partículas de la Universidad Andrés Bello (UNAB), está en Ginebra, Suiza. Se fue de Chile el 18 de junio y planea quedarse seis semanas. El viaje es, en apariencia, laboral, porque el doctor en Física está trabajando en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), el gran centro científico internacional dedicado a la investigación en física de partículas. Pero quienes lo conocen saben que también se trata de una visita de puro placer.

“Si hay algo de lo que todo el mundo se queja es de que soy trabajólico. No sé cómo explicarlo. No puedo dar una definición operacional, pero sí te puedo decir cómo se siente. No me imagino la vida sin ciencia, me aburro, te lo digo de una manera súper honesta. Cuando digo que soy trabajólico no lo hago con pesar, no. Lo digo porque lo disfruto. Amo lo que hago”, declara el doctor en Física.

Esta pasión se remonta a sus primeros años de colegio. “A mí siempre me ha gustado la física. Desde primero básico que me gustaba”, cuenta. Pero ¿por qué la física de partículas? “Porque es el área más fundamental. O sea, la física de partículas es el área que estudia los constituyentes más básicos de la naturaleza, la rama que estudia los ladrillos de los que está hecho el universo”, explica.

CERN
El CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), es el gran centro internacional para la investigación en física de partículas. "Es como el Vaticano de los católicos", dice Jilberto Zamora. Fotografía: CERN.

Tratando de dilucidar los misterios detrás de esos constituyentes elementales, se fue a Rusia a hacer un postdoctorado en el Joint Institute for Nuclear Research, donde comenzó a involucrarse un poco más en temas experimentales. Volvió a las Facultad de Ciencias Exactas de la UNAB, que en su plan estratégico había definido crear la línea de física experimental. Entonces la UNAB se sumó a la Universidad Técnica Federico Santa María, donde Zamora había hecho su pregrado, que había comenzado la historia de colaboración con el CERN.

“De alguna manera nos involucramos todos, podríamos decir que fue un legado familiar”, ejemplifica Zamora.

Dichas universidades, junto con la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de La Serena, convergieron en el Instituto Milenio de Física Subatómica en la Frontera de Altas Energías, SAPHIR, donde se trabaja en todas las ciencias asociadas al CERN y donde Zamora también participa como investigador asociado.

“En el Instituto nosotros fabricamos hardware para el CERN, como placas electrónicas, partes de detectores, etc. Pero los laboratorios de SAPHIR son los laboratorios de la UNAB. Yo creo que un 98% de todo el equipamiento pertenece a la universidad. Entonces de alguna manera hay una simbiosis entre ambos”, explica el académico UNAB.

En las grandes ligas de la ciencia

El CERN es importante tanto en infraestructura como en impacto científico. Ocupa un extenso campus con numerosas instalaciones, incluyendo el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que es el acelerador de partículas más grande y potente del mundo, con un anillo de 27 kilómetros de circunferencia.

Además, cuenta con una red global de miles de científicos y técnicos colaborando en proyectos de investigación avanzados, lo que subraya su importancia y magnitud en la comunidad científica internacional. “El Vaticano es a los católicos como el CERN es al físico de partículas”, explica el académico UNAB

Gran Colisionador de Hadrones
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) es el acelerador de partículas más grande y potente del mundo, con un anillo de 27 kilómetros de circunferencia.

En la actualidad nueve investigadores chilenos, además de Jilberto Zamora, trabajan en el CERN en calidad de usuarios, y aunque esto signifique un gran avance para la ciencia nacional, no tienen acceso a todos los beneficios que el centro de investigación ofrece.

“Ser usuario significa que tienes acceso a cierta infraestructura, puedes usar algunas cosas, pero a un nivel básico, o sea, tú puedes participar en los experimentos, hacer análisis de datos, aportar con hardware, etc. Pero limitado, digamos. Hay hartos beneficios que no tienes. Por ejemplo, hay ciertas becas para estudiantes a las que no puedes postular y contrato para profesionales a los que no tienes acceso, lo cual es justo porque tu país no está poniendo plata”, comenta Zamora.

En julio de 2023, el Presidente Gabriel Boric solicitó al CERN que Chile adquiriera la categoría de Estado asociado. Para esto, el país debería aportar financiamiento que se utilizaría en las mismas investigaciones de los chilenos. Entre los beneficios está que la industria chilena podría participar en licitaciones. Zamora ejemplifica: “Una pyme chilena que es capaz de fabricar cables especializados. Quizás le interesa, lo hace, lo hace bien y también le permite entrar a este mercado de alta tecnología”.

En marzo recién pasado, una delegación del CERN visitó el país para analizar si este califica para ingresar a las grandes ligas de la ciencia global.

“Recorrieron la infraestructura que tenemos, estuvieron en la Universidad Andrés Bello, vieron los laboratorios y las cosas que hacemos ahora”, cuenta el académico. Cuando se reúna la plana mayor del centro de investigación se decidirá si aprueban o rechazan. Y si la respuesta es favorable –el profesor Zamora cree que lo será— después tiene que ser ratificada por el Congreso nacional.

Investigar donde las cosas pasan

En su paso por el CERN, que se extenderá hasta fines de julio, Jilberto Zamora aprovecha al máximo su tiempo. En su agenda abundan las reuniones de colaboración, de los experimentos en los que está participando. Viene a terminar cosas pendientes, a trabajar con colegas en las investigaciones que se desarrollan en conjunto.

El académico disfruta su estadía. “Cuando tú haces física de partículas, en particular experimental, aquí pasan las cosas. O sea, es el acelerador más grande del mundo. Es genial. Es estar en el lugar correcto”, afirma.

Switzerland Chile
En julio de 2023, el Presidente Boric solicitó al CERN que Chile adquiriera la categoría de Estado asociado. Para esto, el país debería aportar financiamiento que se utilizaría en las mismas investigaciones de los chilenos.

El académico UNAB participa en tres experimentos en el centro de investigación. El primero de ellos es NA-64, que busca ver por primera vez la materia oscura. Observaciones astronómicas sugieren que hay un cierto tipo de materia que no es posible de ver con los telescopios y que los científicos esperan encontrar porque explicaría varios fenómenos astronómicos que aún no tienen respuesta.

El segundo experimento, llamado SND, estudia la interacción de los neutrinos, que son unas partículas neutras, muy especiales, que se producen en una colisión en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). El objetivo principal es analizar la interacción de estos neutrinos con los núcleos atómicos, asunto que es un terreno bien inexplorado, según el profesor Zamora. El tercero es el gigante y renombrado experimento ATLAS, que descubrió el bosón de Higgs.

“Aparte de las clases, todas mis actividades en la UNAB o casi todas son proyectos que de una u otra forma tienen que ver con el CERN entonces todo lo que hago está ligado a esto. Tengo estudiantes de pregrado, de doctorado, tengo post doc. Toda esta gente está ligada a diferentes proyectos que se relacionan. Compatibilizar eso es muchísimo trabajo. Trabajo como 14 horas diarias, siete días a la semana. Pero no me pesan como si tuviese que trabajar 14 horas haciendo otra cosa. No podría. Como esto me gusta tanto, el tiempo se me pasa rápido”, concluye.

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